Viñales: "Nadie entiende la situación en la que estoy"

Maverick Viñales acabó muy enfadado en el GP de Alemania, donde se clasificó penúltimo para la parrilla y acabó último, y no se le ha pasado el cabreo al llegar a Assen.

-¿Qué ha sacado en positivo de Alemania?

-Sinceramente, no se trata de si estoy contento o no, no me sentí respetado como piloto. Nunca había estado en esa posición como piloto, al acabar último en una carrera. No recuerdo ninguna carrera en mi vida en la que me pasara. Por eso estoy decepcionado. No entiendo nada de cómo están yendo las cosas. El problema es que cada vez que intento buscar una solución me responden: 'No sé'. Necesitamos algo más y lo buscaremos porque hay muchos problemas. Lo extraño fue Losail, en que fui primero y con esa superioridad. Pasé de primero a último. Igual ahora soy primero otra vez. Es difícil mantener la motivación. Me rendí muchas veces porque no lo entiendo. Quiero trabajar, trabajar de forma inteligente y la respuesta es 'no sé'. Es difícil de aceptar.

-¿Cómo afecta la influencia de Quartararo en Yamaha?

-No creo que esté relacionado con él. La solución es: pon la misma moto que Fabio: la misma electrónica, mismas suspensiones, todo. Y ver qué pasa. Aquí en Assen copiaré exactamente todo. Veremos dónde estamos. Pero no debería ser así. Deberías probar, buscar tu puesta a punto, hacer la moto para tu pilotaje. Soy forzado a hacerlo porque no puedo seguir perdiendo tiempo, perdiendo sensaciones. En Alemania me caí sin ninguna razón: sin inclinar, sin apretar con el freno delantero. Aquí: que ponen suspensiones más duras, lo haré. Me tendré que adaptar, tomaré riesgos, pero, al menos iré igual que el que está en el otro lado del garaje.

-¿Cómo va el trabajo con Galbusera comparado con el que hacía con Esteban?

-Tanto con Esteban, como con Silvano me siento genial. Trabajar con los dos ha sido y está siendo fantástico. Estoy aprendiendo muchas cosas nuevas. De las cosas malas aprendes cosas en las que, quizá, no te fijabas y en el futuro te van a servir. El problema es no tener una respuesta a lo que está sucediendo. El 'no sé' ya es un poco repetitivo y es lo que a mí me fastidia. Si me dijeran: 'Hay esto'. Yo diría: 'Vale, pues trabajamos en eso'. Pero la mayoría de los fines de semana es un 'no sé' constante. Ya no sé dónde trabajar, avanzar, dónde hay. Antes me faltaba un pelín de agarre; ahora me falla la frenada, el giro, la aceleración. Se ha vuelto muy difícil pilotar la moto, incluso a una vuelta. En la primera vuelta casi me caí tres o cuatro veces en curvas en las que jamás había tenido problemas. Cuando sepamos dónde está el problema, se podrá solucionar. Como piloto es difícil trabajar en el 'no sé'.

-¿Cómo se recupera moralmente de un varapalo como el de Alemania y cómo encaja las críticas?

-Ya me he borrado hasta de las redes sociales. Mantengo Instagram porque me gusta. Nos pasamos cosas con los amigos para reírnos. Nadie entiende la situación en la que estoy, nadie se sube a la moto. Es complicado cuando la gente habla sin saber. Es libre criticar. Hay críticas que es mejor ni fijarte, pero otras son constructivas. Hay que ponerlas en el sentido positivo. Otras veces lo había dejado pasar; esta vez, no. Otras veces era: 'ya lo intentaremos solucionar en la siguiente'. Esta vez me ha dolido. No lo voy a olvidar esto. Estoy convencido de que en Assen lo puedo hacer bien por ser una pista que me gusta, pero, por otro lado, estoy muy enfadado, nunca había estado tan enfadado en mi vida.

-¿Con quién está enfadado?

-Con la situación a la que se ha llegado.