Presiones y sospechas en la F1
Pirelli ya no habla de “restos de fibra de carbono” como causa de los reventones de Bakú. La FIA vigilará el cumplimiento de las recomendaciones del fabricante.
Las conclusiones de Pirelli después de investigar los reventones repentinos de Stroll y Verstappen en Bakú, muy esperadas, aún mantienen sin desvelar las incógnitas suficientes para centrar el debate del paddock en el GP de Francia. El fabricante italiano anunció el martes que no apreció problemas en la construcción de sus neumáticos, que se resquebrajaron por el arco interior, y recomendó a los equipos ceñirse a las presiones recomendadas antes de cada gran premio.
La respuesta de Red Bull no se hizo esperar, subrayando que se adhirieron a las consignas de Pirelli. Aston Martin hizo lo propio este miércoles en los mismos términos: “No hay fallos en el coche que provocaran el problema y el equipo siempre ha cumplido con las prescripciones de Pirelli, y así seguirá haciendo”.
Por la premura de sus comunicados se desprende que no convencieron, de primeras, las explicaciones que llegaron de Milán, o que no gustaron porque deslizan que algunos constructores han podido incumplir las presiones mínimas para obtener mejores prestaciones. La FIA ya ha publicado una directiva aclaratoria al respecto y vigilará el asunto.
Mario Isola, máximo responsable de los neumáticos Pirelli en la F1, se marchó de Azerbaiyán apuntando a “restos de fibra de carbono” como posibles causantes de los cortes en las gomas de los implicados, porque también Hamilton tenía un agujero en una carcasa. Lo repitió varias veces entonces, pero tras la investigación esa hipótesis desaparece de la versión oficial.
Pirelli es imparcial con respecto a las escuderías del Mundial y los neumáticos son iguales para todos, pero no afectan por igual a todos. Por ejemplo, el compuesto reforzado de 2018 (diseñado para pistas de alta carga reasfaltadas como Silverstone), del que Mercedes supo extraer más rendimiento que la competencia, fue utilizado en todos los circuitos durante 2019 y 2020.
Pero las gomas han cambiado en 2021, son más pesadas y duras, y no toda la parrilla ha sabido interpretar sus ventajas e inconvenientes. Jugar con las presiones más bajas disponibles puede ser beneficioso para quienes, tradicionalmente, degradan más rápido los neumáticos.