"Me he emocionado al ver pasar las motos otra vez"
Nuria Borrás posee una de las 24.000 entradas de Montmeló en el regreso de la afición a las gradas de MotoGP en un circuito español y le cuenta a AS su experiencia.
¡Ha vuelto el público a las gradas de MotoGP en un circuito español! El Circuito de Barcelona en Montmeló ha sido el primero de los cuatro trazados españoles en el calendario mundialista que ha podido abrir sus puertas a los aficionados, que desde primera hora de la jornada del viernes del GP de Cataluña han ocupado sus posiciones cumpliendo con el protocolo de seguridad que convierte cada uno de los sectores habilitados para 3.000 personas en una burbuja anti-coronavirus. Nuria Borrás, de 42 años y natural de Barcelona, es una de las privilegiadas que tiene entrada para la tribuna de su idolatrado Valentino Rossi y da gusto oírla decir lo primero que ha sentido desde la grada: "Me he emocionado cuando les he visto pasar por primera vez. Y me he emocionado con todos, no sólo al pasar Rossi".
Más de Nuria y del arranque de su anhelada experiencia de este fin semana: "Está montado muy bien. Hay ocho zonas independientes y no me puedo mover de una a otra, pero no importa. Está bien organizado y no ha costado mucho llegar hasta mi sitio. Te toman la temperatura al entrar, así que habrá que asegurarse estar bien para el domingo, y luego tenemos separación de un asiento a otro ocupado por delante, por detrás, por la derecha y por la izquierda. No podemos abrazarnos entre nosotros, aunque si Rossi gana el domingo seguro que rompo esa parte del protocolo".
Otra de las medidas a seguir todo el fin de semana es la de no quitarse la mascarilla en la grada. "Hay un señor controlando que la gente no se baje o quite la mascarilla. Esa creo que es la razón por la que no se puede comer ni beber en la grada, para que la gente no lo use como excusa. Para eso hay que salir a la zona de picnic", asegura Nuria, la misma que dice que "escuchar el ruido de los motores desde la grada ha supuesto música celestial para los oídos, aunque no se puede decir lo mismo de las MotoE, que suenan estilo 'La Guerra de las Galaxias' y cuando la deslizadera roza en el piano es como cuando con el coche pisas la línea blanca lateral de la autopista".
A Nuria su entrada le ha costado 120 euros para todo el fin de semana y cree que "es un poco más barata que antes de la pandemia". Lo dice una aficionada fija en la cita de Montmeló desde 2005. "Desde que vine la primera vez, en 2005, sólo he faltado en 2010, el año que Rossi no corrió por lesión", asegura antes de rematar diciendo lo que más echa en falta: "Esto sigue tal cual lo recordaba, pero lo que más echo de menos es poder entrar al 'paddock' y tomar una cervecita con la gente que conozco y vivir el ambiente del gran premio desde dentro. Espero que más adelante vuelva a ser posible. Ahora esto es lo que toca y hay buen ambiente. Es una inyección de moral después de todo lo que hemos vivido. Ojalá el año que viene podamos estar todos". Así sea, Nuria Borrás, alias @7Llum en Twitter.