Loeb se explica: “Sabía que Daniel Elena se lo tomaría mal”
El francés habla abiertamente sobre su separación con su copiloto: “Necesitaba salir de mi zona de confort para mejorar”.
Resuenan los ecos del divorcio entre Sebastien Loeb y Daniel Elena tras 23 años juntos. Si tras el anuncio fue el copiloto el que se marcó una ‘rajada’ que se hizo viral por su contundencia, ahora es el piloto el que ha explicado sus razones en DNA (Últimas noticias de Alsacia). También sin pelos en la lengua, el francés habla abiertamente sobre su separación con su copiloto de toda la vida.
“Fue un Dakar difícil este año, pero siempre supimos que iba a ser así”, empieza Loeb. “Con un nuevo equipo, un nuevo entorno y un nuevo sistema de navegación, sin preparación previa la noche anterior, hubo muchos desafíos y no fue simple. Prodrive centró sus esfuerzos en resolver los problemas con el coche y el equipo, y desde mi lado, me miré a mí mismo. Tenía que optimizar la conducción y la navegación”.
El nueve veces campeón del mundo reconoce que “sufrimos muchos pinchazos y tal vez conduje el coche como lo hice en el pasado con el Peugeot, que tiene neumáticos más grandes ya que operan con una reglamentación diferente a la del 4 × 4. Luego, en términos de navegación, cometimos bastantes errores y tuvimos que revisarlo. La forma en que trabajamos fue diferente debido a las nuevas reglas. Perdimos un poco de nuestro buen rollo, tuvimos algunos malentendidos, incluso desconfianza mutua en algunas cosas”.
“A veces me decía cosas en las que no creía”, recuerda Loeb. “Otras veces, me ponía terco cuando él tenía razón. Hubo algunas tensiones y conflictos que nunca tuvimos en el pasado. No lo culpo, pero... Las nuevas reglas del roadbook exigen un análisis inmediato de la carretera por parte de los copilotos y pilotos, una buena lectura y juicio a altas velocidades. En el pasado, Daniel trabajó en su roadbook hasta altas horas de la noche antes de las etapas, diría que muy por encima del promedio de otros copilotos. Y eso le permitió convertirse en el mejor analizando las carreteras. Pero ahora estamos en un punto en el que la navegación es mucho más precisa y puntual, y ahí es donde los especialistas en rally raid tienen la ventaja”, explica el alsaciano.
Y llegó el momento de la separación: “Pensé mucho en la llamada, la dejé demorar. Básicamente, soy un buen tipo, no me gusta decir cosas que duelen. Realmente no quería hacerlo, siempre luché por mantener a Daniel conmigo durante toda mi carrera, incluso cuando la gente quería lo contrario. Sabía que se lo tomaría a mal y se decepcionaría. Pero le hablé abiertamente, como hacen dos buenos amigos. Necesitaba hacer eso para salir de mi zona de confort, para optimizar mis posibilidades de progresión. Todavía tengo ambiciones, y me digo a mí mismo que con la ayuda de un profesional de los raids, puedo mejorar aún más”.
“No dudo de su potencial ni de sus cualidades como copiloto, especialmente en el WRC”, finaliza Loeb. “Crecimos juntos en la disciplina, ganamos juntos y disfrutamos de unos años extraordinarios. Pero el rally raid es muy específico. Daniel sigue siendo un compañero. Espero que sea capaz de superar esto y conservar los buenos recuerdos. Estoy seguro de que todavía tendremos buenos momentos en una reunión o en una barbacoa”.