F1
La pista de Grosjean que puede ayudar a mejorar a Ferrari
"El sobrecalentamiento de la suspensión trasera modifica la altura del coche de una vuelta a otra", dice el francés de Haas, que utiliza los componentes de Maranello.
Luchar regularmente por podios. Este es el objetivo que Ferrari quiere conseguir el próximo año con Charles Leclerc y Carlos Sainz antes de intentar aprovechar el mayúsculo cambio reglamentario que los monoplazas sufrirán en 2022 para romper la sequía de títulos que acumula el Cavallino Rampante desde 2008 en el Mundial de Fórmula 1.
Una finalidad, que Mattia Binotto calificó como real en la previa del GP de Emilia Romagna, que se fundamenta en tres pilares, unidad de potencia, aerodinámica y parte trasera, que serán completamente nuevos y guardan una estrecha relación entre sí. El SF1000 ha demostrado ser un coche lento en recta no sólo por la pérdida de potencia que ha sufrido este invierno el motor italiano tras el acuerdo privado que la Scuderia alcanzó con la FIA, sino porque padece un excesivo drag (resistencia aerodinámica experimentada por un objeto que viaja a través del aire) al sobrecalentarse en cada vuelta la suspensión hidráulica por una mala refrigeración del propulsor y cambiar el 'rake' (diferencia de altura entre los ejes delantero y trasero) de la máquina roja.
"Estamos teniendo problemas con el calentamiento de la suspensión hidráulica trasera, lo que significa que la altura al suelo varía. De una vuelta a otra, el balance aerodinámico puede variar hasta un 4%. Si hace calor en libres, comenzamos a una altura. Comienza la sesión de clasificación, hace más frío, y la altura es diferente. En cada vuelta, se va calentando, y la altura vuelve cambiar. Hemos tenido el problema durante todo el año. El coche nunca es el mismo de una vuelta a otra", reveló Romain Grosjean tras la prueba de Imola.