Ferrari se vuelca en la remontada
Los de Maranello aspiran a construir un coche digno de podios para 2021, mientras los ferraristas ya esperan a Sainz: "Es un valiente"
Suele decir Briatore que Ferrari no gana porque trabajan desde Italia, y no desde Inglaterra, y que cuando ganaron lo hicieron con un piloto alemán, un jefe francés y un director técnico británico. Y aunque esta afirmación provenga de un italiano dolido con su patria, algo tiene de verdad. Uno lo comprueba en coche de camino a Maranello, entre viñedos, tractores y aldeas casi unifamiliares de la Emilia-Romaña, paisajes opuestos al entorno industrial que rodea Silverstone y del que se nutren, entre otros, Mercedes (Brackley), Red Bull (Milton Keynes) o McLaren (Woking).
Pero Italia pone algo que ninguna escudería encontraría en la campiña inglesa: pura pasión. Desde las mismas instalaciones que hace poco menos de un siglo alumbraban los proyectos de Enzo, de la Targa Fiorio a Le Mans, de Daytona a la F1, hoy Ferrari compite contra gigantes de la industria del automóvil, multimillonarios, petrodólares o bebidas energéticas.
Un paseo por el museo de Maranello sirve para refrescar la memoria. Allí descansan una decena de F1, los coches campeones de Schumacher o el de Raikkonen, y en el centro el SF1000 con los colores granates que llevó Leclerc en Mugello, en homenaje a la primera librea de la firma. En una colección de monoplazas ganadores, este Ferrari pobre es la única excepción. De hecho, el paso de Alonso por la escudería apenas existe en las imágenes cronológicas de sus salas. No porque el asturiano les genere animadversión, sino porque las derrotas les traen malos recuerdos.
Pero en Ferrari no se hunden por su decepcionante 2020. Según informan fuentes del paddock próximas a la escudería, están muy tranquilos con respecto a sus posibilidades ya desde el año que viene con nuevo motor, otra aerodinámica y rediseñada parte trasera, donde emplearán los famosos tokens. Es cierto que el chasis y otros componentes deberán ser homologados y congelados, pero no son piezas que comprometan el rendimiento. Ganar a Mercedes será imposible, pero confían en desarrollar una máquina digna de podios que les sitúe en el camino correcto antes de 2022 con Leclerc y Sainz, los elegidos para despertar a tiempo al Cavallino Rampante.
La visita a esta localidad debe concluir en el Ristorante Montana, que linda con el circuito de Fiorano. Por fuera, un simple chalet. Dentro, un espacio de colección con monos, cascos, réplicas y fotografías de los pilotos de Ferrari en sus múltiples visitas a esta casa de comidas por la que cada día pasan trabajadores de la firma.
El almuerzo transcurre entre el mono de Marc Gené y el casco del bicampeón asturiano, ambos dedicados. Queda tiempo para charlar con Mauricio y mamma Rosella, sus propietarios. “Esperamos a Sainz, es un piloto valiente. Como Fernando, muy valiente, tenemos ganas de verle por aquí”, dicen sobre el madrileño. No son los únicos.