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MOTOGP

El renacer de Suzuki: de Kenny Roberts Jr a Joan Mir

La fábrica de Hamamstsu ocupa la primera plaza del Mundial de pilotos y constructores, algo que no se veía desde hace 20 años.

42 Rins Alex (esp), Suzuki GSX-RR, Team Suzuki Ecstar, winner, 36 Mir Joan (esp), Suzuki GSX-RR, Team Suzuki Ecstar, 3rd place during the 2020 MotoGP Gran Premio Michelin de Aragón, from October 16 to 18, 2020 on the Ciudad del Motor de Aragón, in Alcaniz, Spain - Photo Studio Milagro / DPPI
 AFP7 
 18/10/2020 ONLY FOR USE IN SPAIN
AFP7

Cuando Suzuki volvió a MotoGP en 2015 seguramente lo hizo pensando en que algún día lograrían volver a glorias pasadas que sonaban ya muy lejanas. La desaparición de la categoría de 500cc borró de un plumazo a la fábrica de Hamamstsu, superada constantemente por Honda y Yamaha. Tanto es así que de 2002 (primer año de MotoGP) a 2011 (último año antes de su marcha) sólo fueron capaces de sumar una victoria en 2007: Chris Vermeulen en una carrera pasada por agua en Le Mans. Sete Gibernau, Loris Capirossi o Álvaro Bautista pasaron sin pena ni gloria por Suzuki y el proyecto llegó a su fin hace nueve años.

Dicen que el que tuvo, retuvo y Suzuki ha tenido que esperar mucho tiempo para volver al lugar que le pertenece. Lo ha hecho con Joan Mir y Álex Rins, que han devuelto a la factoría japonesa a lo más alto de la clasificación por equipos. Rins ya sabe lo que es ganar esta temporada y Mir es el favorito para llevarse el Mundial: una situación que no se veía desde hace 20 años, cuando Kenny Roberts Jr ganó el último campeonato de Suzuki.

De Sheene a Schwantz

Toda historia tiene un comienzo y la de Suzuki se sitúa en la década de los 60, en una época dominada por las MV Augusta. Suzuki encontró en las pequeñas cilindradas su sitio y se llevó seis de los primeros siete Mundiales de 50cc con Degner, Hugh Anderson y Anscheidt. Un éxito que también consiguió en 125cc con los dos campeonatos de Anderson y el de Dieter Braun en 1970.

No saborearía las mieles de la victoria en la categoría reina hasta 1976 gracias a Barry Sheene, quién repitió en 1977 y fue subcampeón un año más tarde. Lucchinelli y Uncini sumaron dos más para el palmarés a principios de los 80 y con Kevin Schwantz lograrían en 1993 el último título del siglo para la marca. El norteamericano corrió 10 temporadas para Suzuki en las que logró 25 victorias y 51 podios. Pese a no tener una moto ganadora, siempre se mantuvo fiel a la marca y su estilo agresivo lo convirtió a él y a su RGV500 de 1993 como una de las grandes leyendas de la historia de Suzuki.

Kenny Roberts Jr y la retirada

La temporada 2000 fue la consagración del tándem entre Kenny Roberts Jr y Suzuki. El año anterior habían sido subcampeones, superados por Honda y Álex Crivillé, pero en una temporada marcada por el gran número de carreras bajo la lluvia firmaron un Mundial sobresaliente con cuatro victorias y nueve podios.

No volverían a repetir alegrías. La llegada de los motores de cuatro tiempos relegó a Suzuki a un segundo plano en comparación a Honda y Yamaha. De hecho, Suzuki no volvió a ganar una carrera hasta 2007, ya con Chris Vermeulen. Sin embargo, aquella temporada, en la que fueron terceros en el Mundial de Constructores, no supuso punto de inflexión alguno y en 2011 decidieron abandonar MotoGP aludiendo a problemas financieros en el contexto de la crisis económica.

¿El regreso soñado?

Cuatro años más tarde, en 2015, Suzuki volvió a la categoría reina con una alineación de pilotos netamente española: Aleix Espargaró y Maverick Viñales. Sufrieron como era de esperar, pero ya en 2016 saborearon tres podios con Viñales, los primeros para la fábrica de Hamamstsu desde 2008, y la primera victoria en Silverstone. Pero ningún camino es fácil y la salida de Viñales le costó a Suzuki un año perdido con el parche de Iannone.

La temporada pasada fue el premonitorio de lo visto este año, quizás con los cromos cambiados. Rins se llevó dos victorias, algo que no hacía una Suzuki desde Kenny Roberts, y Mir pagó la novatada. Cualquiera hubiera dicho que este era el momento de Rins, pero una fatídica lesión elevó a Mir como el candidato inesperado. A falta de cuatro carreras es líder y no son pocos los que le sitúan ya como el gran favorito para el Mundial.