Quartararo va tras los pasos de Lawson: ganar siendo satélite
El estadounidense lo hizo en 1989, con Honda y en un equipo capitaneado a nivel técnico por Erv Kanemoto. Los que más cerca estuvieron luego fueron Rossi, Sete y Melandri.
La parrilla de MotoGP está tan igualada en los últimos tiempos que ya no es noticia ver a pilotos de equipos satélites en las primeras posiciones. Las diferentes marcas siempre han tenido predilección por sus equipos de fábrica, pero desde la implantación de la centralita única, para igualar las fuerzas, y la prohibición de alquilar sus mecánicas a otras estructuras al precio y de la forma que quieran, vuelve a ser posible ver a satélites con opciones de victoria en cada carrera. Y este año, con el espectacular arranque de Fabio Quartararo, con dos victorias de dos posibles, hay además un piloto satélite que podría ser campeón, lo que no se ve desde 1989, porque Rossi ya era piloto oficial en 2001 aunque entonces ganara con los colores de Nastro Azzurro y no los del Repsol Honda.
Eddie Lawson lo hzo con la Honda de una escudería paralela a la oficial que capitaneaba a nivel técnico Erv Kanemoto. El estadounidense había sido campeón de 500cc subido a la Yamaha en los años 84, 86 y 88, llevándose al finalizar la temporada de 1988 el dorsal 1 de campeón a las filas de Honda. El ala dorada tenía por entonces configurado su equipo oficial con el ya campeón Wayne Gardner y por una figura emergente que más tarde ganaría cinco títulos de manera consecutiva, Mick Doohan. Honda acogió en su seno a un Lawson que dejó plantada a Yamaha y al que dio material oficial aunque en una escuadra satélite, bajo la tutela del prestigioso Kanemoto. Lawson conquistó aquel título gracias a su regularidad, con sólo cuatro victorias, pero con nueve podios más (cuatro segundos y cinco terceros), por delante de un joven Rainey que al año siguiente comenzaría su dinastía de tres títulos consecutivos.
Desde entonces, ha habido tres pilotos satélites capaces de ser segundos en la general de la clase reina, aunque en realidad sólo Sete Gibernau soñó con ser campeón. El español le peleó el título a Valentino Rossi en 2003 y 2004, desde la escudería satélite Honda de Fausto Gresini, aunque al final acabó a mucha distancia del italiano en la general en ambas ocasiones (80 y 47 puntos). El italiano había sido precisamente, en su primer año en 500cc, el mejor satélite que se había visto desde Lawson. Fue en el año 2000, el primero de todos los que lleva en la clase reina, y se quedó a 49 puntos de Kenny Roberts Jr con la escuadra Nastro Azzurro que Honda le montó para su debut. Tenía material pata negra, pero fuera del box oficial, el Repsol Honda, en el que estaban Álex Crivillé, Tadayuki Okada y el citado Gibernau. En 2001, el italiano ya fue campeón con esos mismos colores, siendo los oficialísimos del ala dorada Crivillé y Ukawa, pero con respaldo mucho más oficial del que tuvo Lawson en su día y del que en principio tenía Quartararo este año.
Otro piloto que alcanzó el subcampeonato como piloto satélite, de nuevo en el equipo de Gresini, fue Marco Melandri, que en 2005, cuando Rossi era intocable, fue el primero de los mortales, aunque a 147 puntos de la cabeza.
Ahora Quartararo tiene ante sí la oportunidad de seguir los pasos de Lawson en el 89, algo que ya no sorprende por cómo ha arrancado el 2020 y porque el año pasado hubo muchas carreras en las que su Yamaha M1 con los colores del equipo Petronas fue capaz de cruzar la meta por delante de las oficiales de Rossi y Maverick Viñales.