Mercedes se inventa ocho décimas de distancia social
Hamilton y Bottas, a un mundo de los rivales. El Ferrari de Vettel se rompe. Noveno de Sainz y los Pirelli, claves ante la clasificación y la carrera.
Puede que no emocione hablar de neumáticos, pero este fin de semana los Pirelli son más decisivos todavía. Para variar las estrategias con respecto a la semana pasada en el mismo circuito, la Fórmula 1 utiliza una gama más blanda de gomas y eso tendrá consecuencias en la pista. Para empezar, el neumático blando (C4) no es sensiblemente más rápido que el medio (C3) y obliga a los pilotos a completar una salida de boxes extraordinariamente lenta para no mermar sus prestaciones en la vuelta rápida. Por contra, el compuesto duro no lo es tanto, es un C2 (el que reventó el domingo pasado después de 40 vueltas era el C1). Eso forzará a los equipos a hacer un mínimo de dos paradas en boxes durante la carrera. Una buena noticia pensando en el espectáculo.
Eso no quiere decir que vaya a cambiar el orden establecido. En los segundos entrenamientos libres, Mercedes mandó con las ocho décimas de rigor a las que acostumbran esta temporada. Bottas fue el más rápido por la mañana y Hamilton, por la tarde con un 1:25.606 que le habría valido para liderar la Q1 el pasado sábado. Están en su mundo, cada sesión es un trámite. Les sobra tiempo para que Toto Wolff y James Allison, jefe y director técnico, se escapen en patinente para ver a los coches desde alguna curva, como aficionados intrépidos. Con tantas señales por el paddock recomendando el distanciamiento social, se lo han tomado muy en serio.
La sorpresa fue encontrar a Daniel Ricciardo con el tercer mejor registro por delante de Red Bull, Racing Point, Ferrari y McLaren, por ese orden. El Renault mejora, es una escudería a la que merece la pena seguir, en carrera ya progresan aunque en clasificación deben afinar todavía el RS20. Verstappen, Stroll y Hulkenberg completaron el top-6 a menos de un segundo del coche campeón e imbatible. McLaren se entonó por la tarde con octavo de Norris y noveno de Sainz, ambos por detrás de Leclerc. La diferencia es importante 1,2 segundos con respecto a la cabeza, aunque a una vuelta, este sábado, cualquiera de los pilotos que componen el top-10 puede dar la sorpresa y ganar al resto, a excepción de Hamilton y Bottas.
Más problemas en Ferrari
Los márgenes no son tan grandes y los neumáticos son impredecibles. La clave, para empezar, será pasar el corte de la Q2 con la goma media para evitar el blandísimo al inicio de la carrera, puede degradarse en menos de diez pasos por meta. El blistering o desgaste irregular fue una tendencia en las tandas largas, nadie se libra. El resto de monoplazas están un escalón por debajo. La duda es si Albon y Vettel serán capaces de sobreponerse a las circunstancias y empezarán a domar a su Red Bull y Ferrari, respectivamente, para entrar en la Q3. Son coches que en el exigente Silverstone ya han hecho un podio, no hay justificación para que los segundos pilotos estén tan lejos. Aunque el "fallo de motor" que reportó Seb a seis minutos del final le exonera, en parte, de la ausencia de buenos resultados. El SF1000 empezó a chorrear aceite en la recta de atrás y tuvo que aparcarlo en la hierba. Su imagen revisando los bajos, comprobando el olor de los fluidos, ilustra bien la situación de la Scuderia.