"Soy afortunado ahora y el día que perdí el Mundial a 300m"

-¡Enhorabuena! ¿Cómo se siente al recibir uno de los premios más importantes del mundo del deporte?

-Estoy muy contento y muy orgulloso. Lo he recibido con gran satisfacción porque para cualquier español, pero también para cualquier deportista, es un honor estar en esa lista de premiados del Princesa de Asturias del Deporte que impresiona cuando la ves. A mí personalmente, que en 2018 me quedé cerca, he seguido peleándolo y al final se ha conseguido. Gracias al jurado, a la Fundación y a quien ha decidido y ha apoyado la candidatura.

-Se ha hecho esperar. ¿Le da más valor por ello?

-Creo que a mi edad, y después de conseguir la victoria en el Dakar este año, se puede decir que es un premio a una trayectoria en la competición, de luchar por objetivos, y en ese sentido, pues hace también mucha ilusión, porque es a toda una vida deportiva.

-Su hijo le ha dicho que ya puede retirarse tranquilo…aunque a continuación se ha reído. ¿Sabe ya si va a continuar compitiendo?

-No tiene nada que ver el Princesa de Asturias con si haré el Dakar o no. Ya he dicho que si surge la posibilidad de defender el título con un coche competitivo, que nadie se sorprenda si estoy el año que viene.

-¿Cómo lo ha vivido el resto de la familia?

-Carlos está en Inglaterra y, lógicamente, cuando me han llamado, se lo he dicho a mis hijos, a mis hermanos o a mis amigos, con gran alegría claro, como no podía ser de otra forma.

-¿Cree que este es el premio más importante para un deportista, quizás con el Laureus?

-Es un reconocimiento a nivel internacional, un premio de mucho prestigio, y estoy convencido que a todos los deportistas del mundo les haría ilusión. A mí, siendo español, mucho más. Hay que tener en cuenta que el jurado tiene una labor difícil porque, siendo español, a veces cuesta dar premios a un deportista de aquí por su carácter internacional. Trataré de llevarlo con el máximo orgullo.

-Ha sido apoyado, entre otros muchos, por Rafa Nadal, Pau Gasol o Iker Casillas.

-Sí, me han apoyado muchos deportistas. La federación ha hecho una gran labor, también personalidades del mundo del deporte como Jean Todt, Bernie Ecclestone o Carmelo Ezpeleta. No me quiero dejar ninguno porque tampoco lo conozco a fondo, pero creo que ha habido mucha gente apoyándola que agradezco mucho, como es lógico.

-Quizás sea éste uno de los Premios Princesa de Asturias con los que hay más gente a favor.

-No lo sé. Siempre he dicho que mi Princesa de Asturias era ese reconocimiento espontáneo de la gente. Siempre me he sentido muy querido por los aficionados y por la prensa. Por eso doy agradecimiento a ellos, que siempre han estado apoyándome de verdad, y por eso quiero que se queden con un pedacito del premio.

-Bonita guinda para un 2020 excepcional: victoria en el Dakar, mejor piloto de la historia y su hijo ficha por Ferrari. ¿Qué más se puede pedir?

-Yo no pido absolutamente nada. Al revés, estoy superagradecido por todo lo que está ocurriendo. Lo único que espero es que la situación general del mundo, y en concreto de España mejore. Si esta pequeña alegría sirve para que alguno lo pase un poco mejor, bienvenida sea. Lo importante es que todo mejore, se aclare, y sí que será un buen 2020 si cuando acabe se ha arreglado todo. Muy contento, pero soy consciente de que ahora mismo hay problemas que nos preocupan a todos mucho más.

-Dos títulos mundiales, tres Dakar, un hijo en Ferrari, una familia estupenda. ¿Qué le falta por conseguir en la vida?

-Siempre me he considerado un afortunado. No ahora, sino también hace dos años. Espero y deseo seguir cumpliendo etapas, y doy gracias a Dios por ello. No me puedo quejar de nada. Pero ni ahora, ni el día que perdí el Mundial a falta de 300 metros. Nunca me he quejado. En ese sentido creo que soy bastante frío y sé reconocer lo que la vida me ha dado desde el minuto uno.

-Lo que está claro es que pocos deportistas se han mantenido 30 años en la cúspide. ¿A qué se debe esa longevidad?

-Imagino que será porque me gustan mucho las carreras de coches y a la pasión que siento por mi deporte. Lógicamente eso ayuda a que me siga divirtiendo y me siga preparando con ilusión y con las garantías necesarias.