Un año antinatura para Márquez

"Mi ADN es el de arriesgar, el de dar el cien por cien y si puedo ganar, por la mínima opción que haya, lo voy a intentar". Tiene 27 años y suma la friolera de ocho coronas en el Mundial de MotoGP, seguramente, y sin olvidar el talento, gracias a esa forma de afrontar las carreras. Marc Márquez se ha convertido en la referencia de un campeonato que vivirá en 2020 su año más atípico pero antes, volvamos a 2015. Esa temporada ha sido, hasta la fecha, la única en la que el ilerdense no ha celebrado el título de la categoría reina y pese a que se quedó a camino entre las 15 y 11 caídas que registró durante los dos cursos anteriores, sumó un total de 13, la mayoría de las veces que besó el asfalto fue en carrera y entendió que perder, también es una forma de ganar en una guerra regida por la regularidad.

Lo demostró en 2016 y 2017 cuando, sin tener la mejor moto para pelar por el campeonato, sacó a relucir su aprendizaje y demostró saber cuándo tocaba puntuar, conformarse con un podio o alimentar al caníbal para llevarse los 25 puntos del fin de semana. ¿Qué pasó con las caídas entonces? Que aumentaron hasta alcanzar las 27 en el año de su cuarto título en la máxima cilindrada, con la fortuna de que sólo sumó tres el domingo… además de la de escaparse de las lesiones. Dos puntos clave que van a marcar un calendario inusual, el cual, celebrará en el mejor de los escenarios un máximo de 16 grandes premios esta temporada respecto a los 20 marcados de forma inicial.

¿Qué quiere decir esto? Que llega el momento de volver a aplicar las lecciones que se han aprendido con el tiempo. Este 2020 el margen de error para cada piloto será mucho más pequeño y cualquier cero será más difícil de recuperar, lo que hará "difícil entender si tenemos que correr muchos riesgos o no", reconoce uno de los pilotos que más veces se va al suelo a lo largo de cada temporada y que cerró  2019, el curso con menos caídas en MotoGP desde 2014, con un total de 14. La balanza ha de equilibrarse entre mantenerse cauto y arriesgar y la solución será "intentar adaptar nuestro estilo y nuestro rendimiento al calendario", reconoce Márquez en una entrevista para 'Canal+ Francia'.

A su favor, el piloto de Honda tiene la baza de haberse destacado por ser alguien que vive de nuevos retos y esta temporada no será más que otro en su carrera, frente a unos rivales que bajo su punto de vista no cambiarán aunque se enfrente a un calendario diferente: "Sé quién será rápido y quién peleará por el campeonato. La velocidad de nuestros oponentes no va a cambiar y entre los rivales Quartararo y Maverick serán rápidos, los dos pilotos de Suzuki…". La cuenta atrás para superar la crisis del coronavirus ya ha empezado y habrá que ver si esta, tras haber ayudado a Marc a ganar tiempo con su lesión, también lo hará en su lucha por seguir ganando citas y campeonatos. "El no lesionarse va a ser muy importante", advirtió Ezpeleta, y eso implica minimizar las caídas. El otro reto de Márquez.