"Me meto yo la hostia de Márquez en Malasia y no me levanto en tres semanas"

Volar para caer de pie. Así titulamos en AS el pasado 2 de noviembre el fortísimo 'highside' (caer por encima de la moto) que Marc Márquez sufrió en los últimos compases de la Q2 del Gran Premio de Malasia 2019 cuando trataba de seguir la rueda de Fabio Quartararo.

Una terrible caída de apenas cinco segundos de duración donde Márquez alcanzó una deceleración de 26,27 G, equivalente a soportar 1.707 kilogramos de peso, provocándole un fuerte traumatismo y múltiples contusiones en varias zonas del cuerpo que no le impidieron participar al día siguiente en la prueba de Sepang, donde el octocampeón consiguió subir al segundo cajón del podio tras remontar desde el undécimo puesto.

Un accidente que Tito Rabat ha usado como ejemplo en 'DAZN' para destacar la fortaleza mental y física que posee el piloto de Cervera: "Márquez se da unos palos que por ejemplo, si yo en Malasia me caigo de esa manera, no sé si me levantaría al cabo de tres semanas. Una hostia como la de un boxeador, pero más fuerte aún. Y el tío se levantó. O la de Mugello. Es un tío que está fuerte físicamente y mentalmente. No es invencible, ni mucho menos. Que también lo pasa mal, pero echa el resto. Donde los demás a lo mejor tienen dudas mentales o cortan, él se tira sin pensarlo. Mientras le dure esto, va a seguir ganando".

Confinado en su residencia desde mediados de marzo por la crisis del coronavirus, Rabat ha rememorado las siete victorias, 11 poles o 14 podios que logró en 2014 a lomos de una Kalex del Marc VDS y le auparon hasta el título de Moto2: "Aquel año conseguí estar centrado, tenía el objetivo muy claro. Mi vida era como una carrera, volví a casa y entrenaba, iba a las carreras y estaba como en casa. Al final iba enfocado sólo a una cosa, conseguí llegar a una estabilidad mental muy buena, todo iba bien con el equipo, nadie lo pudo perturbar y saqué el máximo de mí, del equipo y de la moto. Con Mika bien. Hay dos tipos de compañeros de equipo, los que se centran en luchar en la pista, y los que se centran en luchar en la pista y además en el box. Estos me gustan menos, pero de todo se aprende, y yo también voy mejorando en el box. Kallio fue una pieza clave ese año, era un tío super centrado, nunca le oía, era super profesional y luchaba en la pista, con mucho respeto. No era tu amigo, era tu rival. De él aprendí muchísimo. Gracias a él saqué también el 100% de mí".

Así mismo, el de Barcelona ha confirmado que se arrepiente de no haber subido a la clase reina en 2015, así como se ha mostrado muy ilusionado por su nueva etapa en el Avintia Racing gracias a la llegada de Johann Zarco: "Por supuesto que habría subido, me quedé defendiendo el título, pero creo que tendría que haber subido a MotoGP, tenía la oportunidad, y no lo hice. A toro pasado es muy fácil hablar. Me quedé y la cagué. Al final hice un buen año y luché por el título hasta el final, pero me rompí la muñeca entrenando. Estuve hablando con Aspar, tuve dos o tres ofertas, sobre todo a principio de año. Incluso hablé con Pramac a principio de año, pero lo veía muy lejos. Yo estaba centrado en mi momento, y nada más. Por parte bien, pero por otra subí con el Marc VDS, con una moto no competitiva. Al final siempre he estado en MotoGP con equipos privados por eso, por sólo pensar en correr y nada más. Zarco tiene contrato con Ducati, yo no, pero es la primera vez que estoy en un equipo satélite, esto es super positivo. Ya no es un equipo privado, esto también es gracias a que ha venido Zarco, tengo el mismo trato que él, y esto puede ser una oportunidad para mí. En los primeros test de pretemporada, en Malasia el tercer día de test me quedé a 1.2, y en Qatar acabé a 0.8, nunca me había pasado, siempre terminaba a un segundo y medio. La igualdad de motos y pilotos este año es una buena oportunidad para mí y los equipos de abajo".