"¿Mi retirada? No tenía hombro derecho, estaba deshecho"
Ben Spies dejó MotoGP con 28 años, pero no duda al elegir a los mejores: "En mi vida y sobre una moto sólo me han sorprendido dos pilotos: Stoner y Márquez"
Ben Spies, conocido en los paddocks como 'Elbowz' (codos), vivió subido a una moto de carreras desde los 5 años. Tres títulos de Superbike EE UU, campeón del mundo de Superbike en su temporada de debut, salto a MotoGP y retirada prematura a los 28 años. El estadounidense de Tennessee destacó siempre al manillar de una moto e hizo famoso su peculiar estilo de pilotaje con los codos hacia fuera, pero no pudo derrotar a otra articulación de su cuerpo de 180 centímetros: el hombro derecho.
Quinto en el Mundial de 2011, con cinco podios y una victoria en su palmarés de MotoGP afrontaba 2013 con una nueva moto, la Ducati de Pramac y la ilusión por borrar un mal 2012, pero sólo disputó dos grandes premios y participó en dos entrenamientos de gran premio más hasta que en Indianápolis dijo basta. “No ha habido un solo día sin dolor. Hay un momento donde un deportista profesional se da cuenta de que no volverá a ser como era, ese es el momento de parar”, anunció en ese momento Spies, que ahora ha rememorado esos momentos en una entrevista con 'MotoAmérica'.
"¿Por qué me retiré? Mi hombro derecho no existía, estaba deshecho. Llevaba siete cirugías en él y básicamente no quedaba mucho tejido blando dentro de la articulación. Me dijeron que había una operación que podía solucionarlo, pero que si salía mal sería extremadamente doloroso y vendrían más intervenciones. Los médicos me dijeron que era peligroso y aunque me quedaban tres años de carreras decidí parar", explica Spies.
Una decisión difícl sin duda que se gestó pocos meses antes: "En Mugello me di cuenta de que tenía un grave problema. En un momento del entrenamiento se me salió el hombro y no podía soltar el acelerador. Si me hubiera pasado en carrera a 300 por hora habría podido causar un accidente. Pensé que podría superarlo y lo intenté de nuevo en Indianápolis, pero fue un desastre. Corrí con la mano rota en el pasado y puedes hacerlo con ciertas lesiones, pero cunado luchas contra una gran articulación como el hombro es imposible. Me habría gustado retirarme de otra manera, pero así son las cosas".
Malos momentos a un lado y recuerdo para los mejores pilotos que él vio en pista: "En mi vida sólo ha habido dos personas que me hayan sorprendido al manillar de una moto: Stoner y Márquez. Y sobre todo Casey al que vi hacer cosas en ciertos momentos que me dejaron boquiabierto. El resto, sin duda, tiene un altísimo nivel, pero no siento que hicieran nada que yo no hubiera podido hacer si hubiera sacado el 100% de mi nivel, mi máximo provecho".
Por último, Spies analizó lo poco que se parecen las SBK y las MotoGP y lo dificil que es cambiar el chip de conducción entre una y otra: "Las diferencias entre la SBK y la MotoGP son enormes. Yo aprendí a pilotar deslizando, moviéndome continuamente y sin control de tracción ni casi electrónica. En MotoGP, las motos casi no se mueven al entrar en la curva y practicamente no deslizan. La moto controla tus movimientos y es difícil llevarla al límite como si hacía con las Superbike".