El 'modo jet' de Ducati

"El desarrollo ha sido en todas las áreas: aerodinámica, electrónica e incluso el motor, que tendrá más potencia". Esta fue la advertencia que Gigi Dall'Igna, gurú de Ducati, realizó a sus rivales del Mundial de MotoGP el pasado 23 de enero durante la presentación de la nueva Desmosedici GP20 en el Palacio Re Enzo (Bolonia (Italia)). Un aviso que la fábrica de Borgo Panigale ha ejecutado en los test de Sepang y Qatar.

Porque si Andrea Dovizioso, Danilo Petrucci, Jack Miller y Francesco Bagnaia focalizaron su trabajo en Malasia en evaluar la capacidad de giro del nuevo chasis fabricado en la región Emilia-Romaña, así como su configuración para adaptarlo a las características de los nuevos Michelin, especialmente el trasero que ofrece más agarre, en Losail, Dovizioso, Petrucci, Miller y Bagnaia, además de poner a punto el dispositivo 'Holeshot' para usarlo durante las carreras, disfrutaron de la última mejora a nivel de propulsor que los técnicos transalpinos han desarrollado para esta temporada en su objetivo por volver a ser la referencia del campeonato en este apartado, estatus que el año pasado fue amenazado por Honda. Y el rendimiento del nuevo 'corazón' de Borgo Panigale ha sido excelente.

"Han logrado encontrar más potencia a pesar de que ya había mucha. En la quinta y sexta marcha realmente se puede sentir la diferencia", aseguró el piloto de Forlimpopoli el último día de la pretemporada en el paddock ubicado al noreste de Doha. Una sensación, que tomando como referencia las velocidades puntas que marcaron los 22 pilotos que participaron en esta jornada, se puede asegurar que se corresponde con la realidad.

Sin embargo, el dato que debería preocupar a Honda, Yamaha, KTM, Aprilia y Suzuki es la mejora que han logrado este invierno los técnicos en la región de Emilia-Romaña. Exceptuando a Bagnaia y Rabat, que la temporada pasada pilotaron una Desmosedici GP18, y Zarco, que rescindió a mediados de agosto su contrato con KTM para subirse en las tres últimas pruebas a la Honda RC213V de 2018 de Takaaki Nakagami, el progreso registrado por Petrucci y Miller con respecto al 2019 superó el doble dígito. 13,3 kilómetros por hora para el piloto de Terni y 12,4 para el de Townsville. Un desarrollo que sólo sobrepasó Maverick Viñales con la Yamaha YZR-M1.

16,9 kilómetros por hora rodó más rápido Maverick hasta alcanzar los 346,1 kilómetros por hora, referencia que confirma el paso adelante que la fábrica de Iwata ha dado este invierno en su intento por recuperar el terreno perdido en los últimos tres años en esta sección. El campeón de Moto3 fue capaz de marcar en Qatar la misma velocidad punta que los hermanos Márquez al manillar de la Honda.

La fábrica del ala dorada es la gran perdedora en esta particular carrera, ya que Cal Crutchlow y Marc Márquez apenas aumentaron su velocidad punta en 4,4 y 2,2 kilómetros por hora respectivamente, si bien en el garaje japonés están tranquilos con su propulsor al entender que si solucionan las dificultades que padece la RC213V de este año en mitad de las curvas rápidas, podrán igualar el rédito de la Desmosedici GP20 en las rectas.

Así mismo, el balance de KTM, Aprilia y Suzuki también es positivo, ya que por ejemplo Bradley Smith, Miguel Oliveira o Álex Rins han ganado 16,7, 15,6 y 12,8 kilómetros por hora respectivamente, si bien como le sucede al resto de la parrilla muy poco pueden hacer contra el 'modo jet' de Ducati, aunque a su favor cuentan que los transalpinos aún deben entender cómo trabajan los nuevos Michelin traseros para sacar provecho a este veloz atributo.