El Mundial 2019 se acaba este fin de semana en Valencia y el martes arranca el del 2020, con los primeros test de la pretemporada , y aún con la incógnita de saber quién será el compañero de Marc Márquez en el box del Repsol Honda. La retirada de Jorge Lorenzo ha dejado libre repentinamente unos de los sillines más atractivos de toda la parrilla de MotoGP y a él aspiran claramente Johann Zarco y Álex Márquez, que ahora sí que sí, ya como campeón de Moto2, cuenta abiertamente con el apoyo en público de su hermano mayor, al asegurar que le ve preparado para todo y reivindicar que se ha ganado tal privilegio con su segundo título.
Y la pregunta que algunos nos hacemos es: ¿Qué más tiene que hacer Álex Márquez para subir a MotoGP y para que dejen de mirarle como ‘el hermano de’ y se le valore de una vez por sus propios méritos? Claro que el apellido Márquez le ha abierto muchas puertas al pequeño de la saga, pero también es cierto que le ha generado una presión extra que no tienen sus rivales, salvo Luca Marini, por ser el hermano de Valentino Rossi. Y ante todo eso la única verdad palmaria es que se trata de todo un bicampeón del mundo en el que ya se fijaron antes de serlo fábricas como Ducati, para el equipo satélite, y Suzuki, por si llegaba a tener un equipo satélite que al final no se dará como mínimo hasta el curso 2022.
La reaparición de Zarco es buena para el campeonato, porque hizo dos grandes temporadas con la Yamaha satélite antes de su naufragio en KTM y porque siempre viene bien que haya variedad de nacionalidades, pero Francia ahora existe en MotoGP más por Quartararo que por él mismo. El galo también es bicampeón y ha vuelto a la parrilla de MotoGP como relevo del lesionado Nakagami, con el decimotercero en Australia y con una caída en Malasia cuando peleaba por ser décimo. Está bien para llevar varias carreras parado, pero tampoco ha sido como para tirar cohetes. Lo más llamativo era que acabara por delante de Lorenzo, pero ahora ya se sabe dónde tenía el mallorquín su cabeza, más en la retirada que en volver a ser rápido.
Honda decidirá entre Zarco y Álex, cuyas posibilidades están ahora mismo al 50%, y habrá que ver cuánto tiene en cuenta el ala dorada el deseo de un Marc que en el pasado no vetó a Lorenzo y que ahora pide a su hermano al otro lado del box. A su favor podría jugar que Honda quiere renovarle el próximo año y que debería tenerle contento, pero mucho más allá de eso, él cree que su hermano se ha ganado esa oportunidad. Hubo otros campeones de Moto2 que no pudieron subir con moto oficial (Zarco, Rabat, Morbidelli o Bagnaia) y otros que subieron a motos punteras sin serlo (Quartararo o Mir). La cuestión es que ahora ha surgido una oportunidad a la que Álex no puede decir que no si se la ofrecen, aunque sepa que no dependa de él y que implique serios riesgos, porque esa Honda RC213V no es nada fácil de domar. Sin embargo, él se siente listo para al menos intentarlo a sus 23 años y con dos títulos en sus alforjas. Además, como dijo su mecánico de confianza Guille Carrillo a As tras lograr el título en Sepang, “Álex es más piloto de MotoGP que de Moto2”. Ojalá le dejen intentarlo.