Marc Márquez va tres años por delante de Rossi a los 26

Las comparaciones entre Márquez y Rossi han existido incluso antes de la llegada del español a MotoGP, en 2013. En 125cc y Moto2, categorías en las que conquistó los títulos de 2010 y 2012, el pequeño genio de Cervera ya dio sobradas muestras de que con él también se había roto el molde, de que era más especial que los demás. Su debut en la clase reina llegó con premio inmediato, el del título más joven de la historia con 20 añitos. A partir de ahí, sólo en 2015 se quedó con las ganas de volver a ganar, porque lo hizo en 2014, 2016, 2017, 2018 y va a volver a hacerlo en 2019. Quizá este mismo domingo, en Tailandia, si en el circuito de Buriram le saca dos puntos más a un Dovizioso que llega a 98 puntos del líder y sabedor de que el curso pasado ya cayó aquí con él con pasada de última curva.

El nuevo título del español significará, entre otras muchas cosas, que es mejor que Rossi a los 26 años, que va tres años por delante de él y que ya estará a un único título del considerado por muchos como mejor piloto de la historia.

Y es que El Doctor empieza a no aguantarle el pulso estadístico al español. El 46 tiene hoy 40 años y alcanzó las 8 primeras de sus 9 coronas en 2008, con 29 años, y necesitó de 9 temporadas para que llegaran sus 6 primeros títulos en la clase reina mientras que Marc lo ha hecho nada más que en 7. Valentino fue subcampeón en su primera temporada en 500cc y luego se le escaparon los títulos de 2006 (Hayden) y 2007 (Stoner), pero su supremacía fue tan evidente como abrumadora para sus rivales.

Ahora se podrá dar la circunstancia de que el próximamente ocho veces campeón del mundo iguale a títulos al nueve veces campeón el próximo curso, el de 2020, justo el que podría ser el de su retirada, a los 41 años, salvo que nos sorprenda a todos con otro anuncio de renovación en Yamaha. Para entonces, Márquez tendría 27 años y aún mucho camino por delante, con un debe importante en su inmaculada hoja de servicios… Se trata de ganar también algún día el título a lomos de una moto diferente a la Honda, como en su día hicieran Rossi, Stoner, Lawson o Agostini.

No se puede decir en el caso del español, ni mucho menos, que gane por la moto, porque salta a la vista que los resultados de sus compañeros de fábrica ni se acercan a los suyos y porque ha habido temporadas, como la de 2017, que su RC213V no era ni de lejos la mejor y tuvo que apostar por la regularidad. Sin embargo, verle ganar algún día con una Ducati o una KTM harían aún más grande su leyenda. Eso sí, antes habrá que dejarle disfrutar, y hacerlo con él, de este merecidísimo octavo título.