¿De dónde viene el histórico blanco de las flechas de plata?
Mercedes cambia su carrocería en Hockenheim en homenaje al blanco de los primeros coches alemanes de competición. Su plateado llegó por error en 1934.
Mercedes podría celebrar efemérides casi todos los días, pero la que conmemoran en Hockenheim es especial: en julio de 1984, hace 125 años, completaron la primera competición de carruajes sin caballo, entre París y Rouen, con victorias para automóviles propulsados por los motores desarrollados por Gottlieb Daimler y Wilhem Maybach, los fundadores de la estrella de tres puntas. Para el GP de Alemania han decidido romper con su decoración habitual, la de las imponentes flechas de plata, y lucen el viejo blanco con números rojos que utilizaban los coches alemanes de competición.
¿Por qué el blanco? A principios del siglo XX, en la Gordon Bennett Cup, se sugirió que los equipos utilizaran los colores según su nacionalidad. A Alemania le correspondió el blanco, Francia se quedó con el azul, Italia luciría el rojo y Bélgica, el amarillo. Gran Bretaña, que se incorporó a la competición tres años más tarde, se encontró que los tres colores de su bandera ya estaban cogidos, así que optó por el verde, tan habitual en los Bentley, Aston Martin o Jaguar clásicos de la época.
Pero los Mercedes reciben el sobrenombre de ‘flechas de plata’ por algo. En un gran premio de 1934, antes de que existiera la propia Fórmula 1, la asociación que gobernaba el motor de competición internacional fijó en 750 kilos el peso máximo para un monoplaza. A una carrera, en las cercanías de Nurburgring, la Eifelrennen, acudió un Mercedes-Benz W25 con un peso superior por un kilo, el que debía pilotar Manfred von Brauschitsch. El piloto y el dueño del equipo acordaron rasgar la pintura hasta alcanzar la cifra obligatoria, así que salió a relucir el plateado original de la carrocería de aluminio. Ahí empezó la historia, que continuó durante la primera década del ‘Gran Circo’. Y que se ha intensificado en la última…