El lag del turbo, talón de Aquiles de la 'Spec 3' de Honda
El retardo excesivo del propulsor japonés a la hora de entregar la potencia a baja revoluciones es un contratiempo que lleva reproduciéndose desde Francia.
No son los problemas de la época de McLaren, donde había carreras donde la unidad de potencia apenas completaba una vuelta de instalación, pero Honda sigue luchando, cinco años después, por elevar la fiabilidad de su motor en el Mundial de Fórmula 1.
Desde el Gran Premio de Francia 2019, prueba donde el fabricante nipón estrenó su tercera especificación, Max Verstappen, Pierre Gasly, Alexander Albon y Daniil Kyvat están padeciendo un contratiempo de lag en el turbo que afecta a las curvas de baja velocidad.
Un retraso excesivo en la entrega de potencia que provoca que los pilotos de Red Bull y Toro Rosso presionen el acelerador y no suceda nada, para microsegundos después, entre todo el poder del tirón, haciéndoles perder un significativo rendimiento que en el Gran Premio de Gran Bretaña 2019 llegó a ser hasta de dos décimas por vuelta.
Por este motivo y como medida de colaboración con su socio en el 'Gran Circo', la escudería energética está realizando en Milton Keynes un análisis exhaustivo a ambos RB15 para descartar cualquier fallo mecánico, aunque todo apunta que el origen de esta dificultad radica en una calibración incorrecta por parte de Honda.
Un obstáculo que si bien Toyoharu Tanabe no considera una traba fundamental, porque no genera averías en los monoplazas y se puede resolver de inmediato ajustando la configuración del motor a través del volante, ha suscitado que en Sakura un grupo de ingenieros estén trabajando arduamente en lograr una contramedida antes del Gran Premio de Alemania 2019.