Hamilton: una leyenda de la F1 que no es profeta en su tierra
Adorado por los fans británicos, la prensa local refleja la falta de conexión con el público que sí tuvieron Mansell o Hill. "Nadie ha llevado la bandera tan alto en este deporte", dice.
Lewis Hamilton se envolvió en la bandera de Gran Bretaña para subir al podio de Silverstone. Surfeó sobre la masa de fans, rendidos al ídolo del automovilismo británico por sexta vez. El niño de Stevenage que quería divertirse en el kárting es leyenda en el circuito, camino de su sexto Mundial con 34 años y 80 victorias, convirtiéndose poco a poco en el piloto más exitoso de todos los tiempos.
Pero, por diversas razones, en Inglaterra no tiene el reconocimiento que sí recibe fuera, ni ha adquirido ese aura de mito que ostentan Nigel Mansell, Jim Clark, Graham Hill, Jackie Stewart… Toto Wolff, director de competición de Mercedes: "No es reconocido como debería. Y un día se retirará y la gente dirá que fue el mejor del planeta, pero por el motivo que sea se desmerece. Estamos viendo quizás al mejor piloto que ha habido nunca".
En la prensa local, 'The Telegraph' se preguntaba esta semana "por qué sigue siendo tan poco apreciado en su tierra. Puede ganarse a los fans de a F1, pero le cuesta conectar con una demografía más amplia". "La percepción es que utiliza el patriotismo británico por conveniencia cuando sólo pasa unos días al año aquí", sentencia el diario. Su vida de estrella de rock, sus constantes viajes por el mundo, su pasión por Estados Unidos más cierto acento norteamericano y su residencia fijada en Mónaco suelen ser armas arrojadizas que Lewis debe despejar en las ruedas de prensa preguntado por los medios británicos.
"¡Todos los pilotos viven en Mónaco!", dijo el pasado jueves. Y por ejemplo Jenson Button, otro perfecto caballero inglés campeón en 2009, reside en Los Ángeles. "Entonces, cuando ellos se fueron, nadie decía nada, pero cuando me fui yo…", argumenta él, optimista a pesar de todo: "El apoyo crece todos los años, aunque siempre habrá opiniones negativas".
Otras dos particularidades: cuantitativamente, la era victoriosa de Hamilton no ha sido retransmitida en abierto por la televisión británica, y las cifras de audiencia, difícilmente alcanzarán los varios millones de épocas pasadas, cuando era gratis. Y cualitativamente, Lewis es un piloto que viene de la clase obrera, con un color de piel diferente al de los otros grandes de Inglaterra o Escocia.
Es difícil de comprender, teniendo como referencias la reverencia eterna de Alemania a Schumacher (aunque no a Vettel, un tetracampeón), de Francia a Prost o de Brasil a Senna. Mientras tanto, Hamilton sigue haciendo historia: "Levanto orgulloso la bandera de Gran Bretaña. Nadie la ha llevado más alto en este deporte".
Deportista británico del año para la BBC en la última década.
El galardón, que se entrega desde 1954, está basado en el voto del público. Hamilton sólo lo ganó en 2014, mientras que Nigel Mansell y Damon Hill fueron elegidos dos veces. Domina Andy Murray con tres. Por deportes, el atletismo es el más premiado con 18 y la F1 aparece en segunda posición con siete.