Maverick: "Difícil asimilar el no ganar cuando firmaste para ello"

Charla a fondo con Maverick Viñales en el paddock de Assen, donde este fin de semana se disputa el GP de Holanda. Hay quien le sigue esperando como el ‘antiMárquez’, lo que cuesta con una Yamaha que no está siempre a la altura y con la que está creciendo pese a que los resultados aún no son lo que él esperaba.

-Hemos elegido un buen momento para tener esta entrevista, con un gran arranque en el GP de Holanda…

-Sí, pero como en Montmeló y en otras carreras como en Le Mans, con viernes bastante consistentes. Tampoco me pongo muy eufórico los viernes. Pinta bien y llevamos dos fines de semana fuertes, siempre dentro de los cuatro o cinco primeros. Ahora hay que sacar un poco más de la moto.

-Ahí está la cuestión, que suele entrenar mejor que compite. ¿Por qué?

-No sólo a mí, también a la Yamaha. Quizá Montmeló era la mejor carrera del año para mí, en la que me sentía más preparado y con la moto más puesta a punto. Esperemos que Assen también lo sea. Estoy trabajando mucho para las primeras vueltas con depósito lleno. Estoy intentando simular esos inicios de carrera e intentando pasar a gente con el depósito lleno, tratando de ser más efectivo.

-¿Qué es lo más complicado de la Yamaha?

-Al principio de carrera es muy difícil pararla, muy, muy difícil. Llevo dos años sufriendo eso. Ahora parece que va mejor. Estamos mejorando con Esteban (García, su nuevo técnico) y trabajando mucho en el pilotaje. La conexión que tenemos ayuda más que cualquier otra cosa. La moto ha mejorado bastante desde inicio de año y parece que funciona mejor ahora.

-¿Qué le ha aportado el cambio de Esteban García por Ramón Forcada al frente del equipo técnico?

-Sobre todo, confianza. Es muy importante que haya buena comunicación, para probar cosas y cuando se hace algo bien o mal. Es importante saber qué hago bien o mal. Por ejemplo, en las salidas. Hemos practicado bastante y resulta que tenía el embrague desconfigurado. Me he pasado dos años seguidos con el embrague muy mal configurado y a partir de Austin, donde fue una lástima el ride trough, siempre he ganado alguna posición en la salida. Entonces… Estoy contento.

-¿Cuánta parte de responsabilidad le cabe a Yamaha y cuánta a los pilotos en la ausencia de los resultados deseados?

-Yamaha tiene dos pilotos que, cuando les da el arma, están listos para luchar y para estar delante. Se ha demostrado y todo el mundo lo sabe. Estamos intentando evolucionar la moto al máximo este año y a esperar al siguiente a que traigan un arma mejorada.

-¿Cómo se encaja que satélites como Zarco en el pasado o ahora Quartararo lo hagan mejor que los oficiales?

-En carrera es diferente. En entrenos, depende de lo que busques. Yo en Qatar hice una calificación espectacular y luego en carrera me fui atrás. Hice séptimo y no me sirvió de nada. Nosotros trabajamos en una dirección opuesta a la de dar vueltas y hacer un tiempo. Lo que intento es no desmotivarme. Sé perfectamente hasta dónde puedo llegar y eso es lo que me hace que no pierda la confianza.

-En el anterior mercado de fichajes fue el primero en renovar. ¿Repetirá estrategia para el de 2021?

-Yo creo que seré el último. (Se ríe). Quiero esperarme hasta el último momento, ver cómo funciona todo y dar oportunidad… Está claro que estoy muy bien en Yamaha y muy contento. Creo que es un sentimiento mutuo y, si logramos que la moto vaya como me gusta y puedo dar mi máximo, podré optar a victorias y a algo más grande. Eso lo sabemos, pero calma, que queda mucho tiempo todavía.

-¿Ha habido algún momento en estos tres años con Yamaha en los que se haya acordado de Suzuki o arrepentido de irse de allí?

-No, para nada. Cuando tomo una decisión, voy al máximo con ella. Si estos tres años sirven para preparar muy bien el próximo, estaré contento. Hay que dar el cien por cien cuando se puede. Montmeló era una buena carrera para hacerlo.

-¿Cuál sería la moto perfecta?

-No existe. Siempre hay algo.

-¿Y qué cogería de cada una de las que hay?

-La potencia de la Ducati, la tracción de la Honda, que tiene muchísimo grip, la agilidad de la Suzuki y la estabilidad de la Yamaha, con su chasis.

-Ha hablado varias veces de Montmeló y me sabe mal preguntarle por Lorenzo estando en el dique seco. El jueves nos dijo que no tenía ninguna intención de llamarle. ¿Hay algo más entre ustedes que no sepamos?

-No, por supuesto que no. Siempre he tenido muy buena relación con Jorge. No sé. Yo respeto mucho a los demás, aunque dentro de la pista voy a ir a muerte. Fuera de ella siempre respeto mucho a todo el mundo y no me meto con nadie. Espero que esté bien y que se recupere lo antes posible, por supuesto.

-¿Pudo sentarle mal la peineta que le hizo tras la caída de Montmeló y que tan bien cazaron los fotógrafos?

-A mí me sentó más mal que me tiraran. (Se ríe). Hubiera preferido que me hicieran la peineta a mí y poder seguir en la carrera. Que me hagan las peinetas que quieran, que me río. Quizá no fue el comportamiento más adecuado, pero fue lo que me salió en el momento. La mejor carrera, en casa, yendo segundo o tercero para luchar, viéndome con mucha garra para ir hacia delante, habiendo trabajado todo el fin de semana con gomas usadas y sabía que mi punto fuerte era de la vuelta 10 al final de carrera, pero ya estaba ahí apretando a Marc y a Dovi… Enfada bastante que se acabe así la carrera.

-¿Siente que ha quedado atrás su etiqueta del ‘antiMárquez’?

-Hay que ver también los resultados de las otras Yamaha. Estamos sufriendo mucho entre todos, pero cuando la moto está al máximo se puede optar a la victoria. Sé quién soy y dónde llego, así que no voy a perder nunca la confianza en mí. La he tenido desde 125cc hasta hoy y sé muy claro mi objetivo. ¿Lo demás? Si tengo que esperar un año más, lo esperaré. Cuando he tenido grip, como en Tailandia o Australia el año pasado, he demostrado que podía estar ahí. Yo he mejorado mucho como piloto y cuando tenga todo en el sitio lo voy a aprovechar.

-¿Se siente más maduro?

-Mucho más fuerte encima de la moto. Ahora sé remontar fines de semana que empiezan mal. Me gustaría estar ganando el campeonato.

-Con esta Yamaha a día de hoy es imposible. ¿Están también por detrás de la Suzuki?

-Es que yo he tenido mucha mala suerte, porque me han tirado y he salido muy atrás. En un campeonato normal, estaría cuarto o quinto. No sé en qué posición está la Yamaha, porque va por días. Depende de que tenga grip. Se han hecho cambios dentro del equipo y de la fábrica, y se nota que están trabajando.

-¿Es de amor y odio su relación con Yamaha?

-Es muy difícil, porque yo cuando firmé con Yamaha, firmé para ganar. Eso es lo que estaba en mi cabeza. No me fui de Suzuki para ganar una carrera sino para ganar el campeonato. Y cuando renové, volví a firmar para ganar. Me aseguraron que harían una moto para ganar y es difícil aceptar que has firmado para ganar y no ganas. Yo no pienso en otra cosa que en ganar. Me dejo la piel por ganar en todo. Con la bici, corriendo, en ajedrez, en todo. Yo tengo la mentalidad de que sólo vale ganar y a veces me ofusco más de lo debido. También gracias a eso he llegado hasta aquí, pero cuando firmas para ganar, y ves que tienes todos esos problemas, sin ninguna revolución dentro de la fábrica y que costara mucho que hicieran cambios, es difícil de asimilar. Tú crees que puedes estar luchando por ganar y cuando te ves el décimo no entiendes nada. Eso es muy difícil de asimilar, pero he crecido mucho como piloto y esto me va a servir un montón, seguro.

-¿Cómo ve a Rossi y cómo marcha su relación con él?

-Yo le veo bien y tengo buena relación desde el primer día.

-¿Ha habido algún momento en el que le pesara compartir box con él?

-Para nada. Valentino siempre se ha portado bastante bien y hemos estado muy de acuerdo en los cambios de la moto. Los comentarios siempre son muy similares y eso lo hace más fácil, porque tomamos una misma dirección. Tiene sus partes positivas y negativas.

-¿Y son?

-Tienes al lado a un tío que es nueve veces campeón del mundo y está muy fuerte, mentalmente y en la pista. Lo negativo es todo lo que conlleva eso, porque a veces en Yamaha pesa más eso que otra cosa, y cuesta. Pero para mí pesa más lo positivo. Y le veo bien. Está fuerte y hay Valentino para rato.