Vettel la lía en el parque cerrado
El alemán, tremendamente enfadado por su sanción, se dirigió hacia el lugar donde debía estar su coche y cambió el número 1 de Hamilton por el segundo suyo.
Subió ‘Seb’ con el mismo gesto al podio de Montreal, uno que tuvo a dos pilotos de Ferrari y al que asistió Mattia Binotto con cara de circunstancias.Tampoco participó el tetracampeón en la fiesta del champán, nada de bañarse en espuma, apenas un par de tragos y a esperar sus explicaciones. "Disfruté la carrera y a la afición. Lewis era algo más rápido y pudimos estar delante. Sobre lo demás, deberíamos preguntar a la gente...", dijo en el podio. Y la gente abucheó a Hamilton. Algo que también protestó el alemán: "No hay que abuchear a Lewis, sino a las decisiones extrañas".
Más relajado, en la rueda de prensa, el alemán se extendió: "Me fui a la hierba, todo el mundo sabe que ahí no hay mucho agarre, así que luego intenté recuperar el control del coche cuando volví a la pista. Me siento muy raro aquí sin haber ganado la carrera cuando no siento que haya hecho nada mal. No tengo mucho más que decir, según mi punto de vista, la gente que estaba fuera estaba de acuerdo conmigo". Sobre la acción: "Tengo dos manos y las dos estaban centradas en no perder el control del coche. Tenía que sujetarlo cuando volvía del cesped. No estoy preparado para hacerlo con una mano mientras con la otra hablo por radio. Sabía que Lewis estaba detrás porque tenía un segundo, lógicamente estaba justo ahí, pero…".