"El éxito representa el 1% de tu trabajo que resulta del 99% que se llama fracaso. En lugar de tenerle miedo al desafío y al fracaso, ten miedo de evitar el desafío y no hacer nada". Esta frase de Soichiro Honda podría utilizarse para resumir la labor que Marc Márquez ha realizado junto al equipo japonés en los test de Jerez 2019.
Porque tras ganar el Gran Premio de España 2019 y recuperar el liderato en el Mundial de MotoGP 2019, Márquez ha testado, en la región al sur de Andalucía, la próxima gran mejora que preparan los ingenieros nipones en la máxima categoría del motociclismo.
Un desarrollo que está focalizado en el chasis de la RC213V y cuya principal novedad radica en que si bien sigue siendo de aluminio, algunas partes se han recubierto de fibra de carbono para ganar flexibilidad y reducir peso.
De igual modo, también los técnicos liderados por Takeo Yokoyama han modificado el colín de la motocicleta en su parte izquierda, añadiendo una pequeña salad box (sobrenombre que adopta la caja situada justo debajo del colín) muy similar a la que equipan las Ducati, si bien a diferencia de la montura italiana, el escape está ubicado en el centro.
"Hoy he probado muchas cosas y ha sido un test muy positivo, porque hemos podido concentrarnos en el concepto de unas cuantas cosas, no en los detalles. Cuando hemos terminado con todo, he parado un poco pronto, porque las sensaciones eran buenas y a veces es mejor parar cuando te sientes bien. He probado la moto de Bradl para entender el concepto y ha sido positivo . No sé si la usaremos esta temporada. Nosotros trabajamos. Honda está trabajando permanentemente, y no tenemos planes acerca de cuándo la usaremos. Bradl y HRC estan trabajando mucho desde Japón y eso agiliza bastante el trabajo ", afirma el piloto de Cervera.