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MOTOGP

Suzuki ve en Álex Rins a su Kevin Schwantz del siglo XXI

"Claro que me gustaría serlo", asegura el piloto, y su jefe, Brivio, lo desea y ve en él "un piloto que está muy maduro y sale relajado en la carrera".

Austin
Suzuki ya ha alcanzado el objetivo de esta temporada: la victoria.
Mirco Lazzari gp

Sólo ha firmado en MotoGP la primera victoria de las varias o muchas que están por llegar, pero en Suzuki ya empiezan a atisbar la posibilidad de que Álex Rins siga creciendo y se convierta en su Kevin Schwantz del siglo XXI. "Esperemos que lo sea", aseguraba su jefe, Davide Brivio, a este diario muy emocionado a pie de podio en COTA. Y el piloto de 23 años, ya ganador en la pista de Texas en las tres categorías, no se arruga cuando se le menciona al célebre 34 y la posible comparación con él: "Claro que me gustaría ser el nuevo Schwantz de Suzuki. Fue muy grande lo que hizo para esta fábrica y sería increíble llegar a su nivel".

Todo esto, y a pesar de la enorme alegría del momento, lo dijeron con cierta mesura, sin lanzar las campanas al vuelo y manteniendo los pies en el suelo. Y es que en el caso del ejecutivo italiano, no es la primera vez que sueña con tener al nuevo Schwantz de Suzuki en sus filas. Ya le sucedió con Maverick Viñales, que les devolvió a la senda de la victoria en Silverstone 2016, pero no pudieron retenerle y acabó marchándose a Yamaha. Al preguntarle a Brivio qué hará para que no se repitan la historia con el barcelonés, sólo dice que "vamos a ver cómo se desarrollan las cosas". Es prudente, pero a día de hoy lo tiene más fácil para que su relación sea mucho más larga que la de dos años mantenida con Mack.

Aún es pronto para hablar de contratos futuros, porque todos los sillines importantes están cerrados hasta finalizar la temporada de 2020, pero en ese sentido dice Diego Silvente, representante del ganador de MotoGP en Austin, que "Rins aceptó coger el timón de Suzuki en su momento y está encantado de haberlo hecho, por el potencial que tienen juntos, al mismo tiempo que está agradecido a su fábrica por la confianza puesta en él pese a su juventud y pese a haber empezado su camino en MotoGP con un par de lesiones importantes, que le hizo perderse su primera pretemporada y algunas carreras".

Rins y Suzuki están en el inicio de su tercer año de relación y no paran de crecer. Juntos ya suman seis podios en la clase reina y el peldaño más alto ya no es desconocido para ellos. Es normal que de vez en cuando se echen flores mutuamente. Rins ya dijo en Qatar que consideraba que la Suzuki ya estaba por encima de la Yamaha, que estaba aquí para pensar en el campeonato y que el piloto que no lo hiciera era mejor que se dedicara a las canicas.

En ese sentido, Brivio decía satisfecho: "No sé si la Suzuki es mejor ya que la Yamaha, pero en Texas sí que lo ha sido". Y a la hora de describir a su piloto, no se olvidaba de lo que aún ha de mejorar: "Es un piloto que está muy maduro, que gestiona muy bien los neumáticos y sale relajado en la carrera. Se desgasta más en los entrenamientos, pero es un animal de carreras. Lo que le falta es mejorar la vuelta rápida para la calificación, pero es algo que todavía puede aprender".

Respecto a la importancia de la victoria para Suzuki, Brivio asegura: "Estamos muy contentos y pienso que merecíamos un resultado así, porque hemos crecido mucho y Álex ha mejorado mucho en el último año. Para esta temporada, nuestro objetivo era conseguir al menos una victoria y se ha conseguido ya, quedándonos un montón de carreras por delante en las que se puede volver a intentar ganar, ¿por qué no? Se ha cumplido el objetivo demasiado pronto, cierto, y ahora hay que intentar conseguirlo en otras carreras y estar siempre entre los cinco primeros. A ver qué sucede". Tiene pinta de que lo que suceda será bueno.