Rins ya es vaca sagrada con su victoria ante Rossi en Texas

Álex Rins ya es una vaca sagrada más de MotoGP gracias a su victoria en Texas, batiendo ni más ni menos en duelo por el triunfo a Valentino Rossi. Eso sí, antes de entender y entrar en la primera victoria en la clase reina del piloto de Suzuki hay que empezar por el principio, marcado sin ninguna duda por la caída de Marc Márquez...

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Qué cierto es eso de que no siempre en el deporte dos más dos son cuatro, y menos en el motociclismo, donde el riesgo de caída es una amenaza en cada curva. Da fe de ello en esta ocasión Márquez con su resbalón, cuando enfilaba directo a por su séptima victoria consecutiva en Texas, sin ninguna oposición por delante y con sus perseguidores a casi cuatro segundos de distancia. Pero el campeón se fue al suelo en la curva 12, un ángulo de izquierdas de primera marcha, a 58 por hora, sin posibilidad de salvarla en esta ocasión como tantas veces hizo antes. Para mofa de sus detractores, que por increíble que parezca alguno tiene incluso aquí, donde tanto ha demostrado, su intento desesperado por arrancar la Honda y regresar a la pista dio con otra tonta caída en la escapatoria. Y como la vida siempre sigue, ese tropiezo suyo dio paso a once intensas vueltas finales en las que se jugaron la victoria entre Rossi y Rins.

Tiene razón El Doctor en maldecir de vez en cuando a los pilotos españoles. Para un día que Marc le abre la puerta de la victoria, aparece Álex y se la cierra en las narices. El de Barcelona partía séptimo y se instaló cómodamente a rueda de Valentino, al que estudió varias vueltas. Nadie les inquietaba por detrás, porque Crutchlow se había caído cuando rodaba tercero y Miller iba en solitario en una tercera plaza que era buenísima para él y que conservó con un segundo de ventaja sobre Dovizioso. Por cierto, aplauso para Ducati para no parar al australiano en beneficio del italiano, que quién sabe si no se acordará de esos tres puntos a final de temporada, porque sigue siendo la mejor baza de Ducati para el título. De hecho, vuelve a liderar ahora la general, con 54 puntos, tres más que Rossi, cinco más que Rins y nueve más que Márquez, que sigue siendo el gran favorito al título pese a todo.

Volviendo a Rins, fue precioso el interior de izquierdas que le hizo a Rossi a cuatro vueltas del final. El italiano intentó devolverle la maniobra en esa misma vuelta, pero a la desesperada, y salió colado de la curva 12 nada más superarle. El de Suzuki regresó así a un liderato que ya no soltó más, para cruzar la meta con 0.462 sobre el de Yamaha, que sigue teniendo Holanda 2017 como su última carrera victoriosa. Para Rins, en cambio, pone el marcador a cero ahora y permite que Suzuki vuelva acelebrar un triunfo, lo que no sucedía desde Inglaterra 2016.

Al resto de españoles no les fue nada bien. Maverick 11º y Mir 17º fueron sancionados con un ride through por saltarse la salida. Mack, además de cumplirlo, antes hizo por error la long lap (la vuelta larga haciendo más metros voluntariamente). Rabat consiguió un punto al terminar 15º. Y Lorenzo se retiró por avería en su Honda. Daba la sensación de que se le había salido la cadena, algo que ya le pasó en la Q2 del sábado, pero en Honda lo negaron. A ver si todos ellos tienen más suerte para Jerez, aunque hay uno que prefiere que no cambie nada, el señor Álex Rins, una nueva vaca sagrada de la categoría que se ha dado además el gustazo de ganar a su ídolo de niño, Rossi, un viejo rockero de 40 años que sigue dando gas.