La fiabilidad del Ferrari: pieza clave para vencer a Mercedes
Mattia Binotto asegura que es importante probar e identificar los problemas para resolverlos rápidamente: "Quiero que nuestro coche sea más fiable de lo que es".
No todo es mate lo que reluce. Esta adaptación de la versión original del refrán mencionado por Sancho Panza en El Quijote, podría usarse para describir la actuación del Ferrari SF90 durante los test de pretemporada en el Circuit Barcelona Cataluña.
Porque la nueva máquina construida en Maranello ha demostrado ser un monoplaza muy rápido, pero también carente de fiabilidad. Sebastian Vettel y Charles Leclerc han sufrido diversos contratiempos con el colector de escapes, la refrigeración o la parte eléctrica de la unidad de potencia.
Unas dificultades que no han pasado desapercibidas para Mattia Binotto. El ingeniero de Reggio ha pedido a los técnicos del Cavallino Rampante que centren todos sus esfuerzos en hacer más fiable el coche, ya que cualquier fallo puede resultar determinante: "Creo que la fiabilidad es un elemento determinante en el trascurso de una temporada. Este año será muy disputado y un punto puede ser crucial. Por ahora, quiero que nuestro coche sea más fiable de lo que es. Dicho esto, es importante probar e identificar los problemas para resolverlos rápidamente. No estoy preocupado, pero si tuviera al director técnico a mi lado le diría que se centrara en todas las áreas".
De igual modo, Binotto no cree el favoritismo que el resto de la parrilla otorga a la Scuderia en este inicio de temporada: "Para vencer a tus mayores rivales en todas las carreras debes ser extremadamente rápido. Este es el espíritu con el que debemos afrontar todos los Grandes Premios. Debemos apretar todo el tiempo y nunca darnos por satisfechos con lo ya conseguido. No es cuestión de estar al mismo nivel que los demás, el objetivo debe ser que seamos más fuertes que el resto. Por ahora, no estamos ahí, pero sigue siendo nuestra meta".
Por último, el jefe de Ferrari admite en 'RACER' que ya no participa en el desarrollo del monoplaza tras la última reorganización que finalizó con la salida de Maurizio Arrivabene, así como destaca la dificultad de dirigir a una plantilla de 950 personas: "Me gusta comparar mi trabajo con el de un director de orquesta. Mi responsabilidad es liderar una orquesta con mucha gente y que ha aumentado de tamaño. Sin embargo, ellos son los que tocan los instrumentos, no yo. Es más difícil porque ahora hay más músicos pero mi labor sigue siendo la misma. Las cosas no han cambiado mucho. Todo el mundo sigue con su trabajo. Ya no soy un director técnico que diseña partes para el monoplaza, mi papel es coordinar el grupo al que estoy liderando".