McLaren MCL34: híbrido de los mejores con toques innovadores

El primer paso para volver a ser competitivos. Este el objetivo principal del McLaren MC34 para el Mundial de Fórmula 1 2019. Para conseguirlo, los técnicos de Woking han hecho este invierno un cambio de 180º en la filosofía aerodinámica que venían desarrollando en las últimas temporadas, dejando apartados conceptos que parecían innegociables y copiando soluciones que han funcionado en otros monoplazas. Todo ello amenizado con ciertos toques innovadores, la histórica seña de identidad de la escudería británica.

A continuación, analizamos en profundidad el monoplaza que pilotarán Carlos Sainz y Lando Norris en la 70º edición del 'Gran Circo'.

Aumento de la distancia entre ejes y reducción del rake

A pesar de que McLaren no ofrece los datos exactos en la ficha técnica del coche, una de las principales variaciones que se pueden apreciar a simple vista en comparación con el MCL33, es el aumento de la distancia entre ejes y la reducción del rake (diferencia de altura entre los ejes delantero y trasero), en un claro intento por reducir la resistencia al avance y mejorar la velocidad en recta y curva rápida.

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Parte delantera estilo Mercedes

Más allá del aumento en anchura y profundidad y simplificación de aletas o deflectores en el alerón delantero establecidos por normativa, esta zona del monoplaza recuerda en exceso al Mercedes. Comenzando por esta compleja pieza, los ingenieros comandados por Pat Fry se han inclinado también por diseñar un alerón con cinco planos de gran holgura para mitigar la pérdida de carga aerodinámica.

De igual modo, el punto del trapecio superior de la suspensión delantera ha sido elevado, así como el morro ha sufrido un proceso de adelgazamiento para orientar, junto a la gran bandeja situada en la parte inferior del morro, el flujo de aire hacia la parte trasera. Tres ideas aerodinámicas que estrenó la escudería de Brackley la temporada pasada con notables beneficios aerodinámicos.

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Zona central con carácter Red Bull

Es quizás la parte del monoplaza que más horas de desarrollo ha tenido en el CFD y túnel del viento. Más allá de que la toma de admisión ha aumentado su tamaño para evitar las interferencias del Halo, McLaren ha retrasado, estrechado y redondeado los pontones para ensamblar una tapa motor que desciende paulatinamente y termina aplastándose completamente antes del alerón trasero.

Un diseño, que unido a los cortes que presenta el suelo del MCL34 para alejar las turbulencias y encauzar el flujo de aire hacia el difusor, que posee los planos un poco curvados, evoca en demasía a uno de los puntos fuertes del Red Bull.

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Fracción trasera con personalidad Ferrari

Obviando la elevación del alerón trasero para dotar de mayor visibilidad a la superficie inferior del plano principal frente a la superior de los pontones, este elemento, que se ha arqueado y bajado en su centro, incorpora un doble soporte central fijado al mismo, un recurso que lleva desarrollando Ferrari desde hace dos temporadas y que permite aumentar la carga aerodinámica que se produce en esta parte del monoplaza.

Por otro lado y a pesar de que oficialmente James Key todavía no ha comenzado a trabajar en Woking, el MCL34 incorpora un pilar metálico de sujección en las suspensiones traseras para dotar de mayor consistencia al coche.

Innovaciones made in McLaren

Para 2019, McLaren ha decidido reemplazar la aleta de tiburón por una joraba para tratar de reducir la resistencia al avance, uno de los puntos débiles del MCL33, si bien por encima del resto sobresale un deflector con forma de boomerang en la zona de los bargeboards para crear el mayor número de vórtices posibles que sellen junto con múltiples desviadores y un deflector lateral, ahora suspendido y flexionado hacia el interior, el flujo de aire a la carrocería en su trayecto hacia el difusor.

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