Fórmula E: de un sueño visionario a un crecimiento sin límites
La categoría de monoplazas eléctricos de la FIA está inmersa en la quinta temporada y cada vez más marcas, ciudades, pilotos y patrocinadores quieren formar parte.
Un sencillo 'Power Point' repleto de ideas visionarias en 2012 se ha convertido siete años después en un certamen consolidado que es la envidia del resto. Mientras la mayoría lucha por seguir con vida la Fórmula E crece exponencialmente. La perfecta simbiosis entre monoplazas de competición y coches de calle convierten el certamen eléctrico de la FIA en un excepcional banco de pruebas para las marcas que son fundamentales en la impresionante evolución y desarrollo que ha sufrido en las cinco temporadas que lleva disputándose.
Lejos quedan los test de Donington Park en verano de 2014 que abrieron la temporada inicial con victoria en el primer ePrix, disputado en Pekín, para Lucas di Grassi y su ABT Schaeffler con apoyo de Audi, marca que es actualmente patrocinador de las retransmisiones de las carreras de Fórmula E. Desde entonces nada ha parado de crecer en un sueño que ideó, creó y hacen funcionar Alejandro Agag y su equipo con el apoyo y el visto bueno de la FIA con su presidente Jean Todt a la cabeza.
La revolución verde del automovilismo sigue escribiendo capítulos de futuro para un campeonato que evoluciona sin parar y que este año ha presentado el Gen2, un nuevo tren motriz.
LOS MONOPLAZAS SON LOS GRANDES PROTAGONISTAS
La segunda generación de la Fórmula E es un coche visionario que da un enorme salto de calidad a la competición ya que por primera vez la batería, que dobla la capacidad de energía de la anterior, es capaz de completar la carrera sin cambiar de vehículo. Además, aumenta su potencia en casi 70 CV, un aumento que unido a la rebaja del peso de coche y batería le proporciona una importante ganancia en la velocidad punta alcanzando los 280 kilómetros por hora.
La irrupción del coche eléctrico y la firme idea de la sostenibilidad y la reducción de emisiones hace de este campeonato una profunda novedad en múltiples aspectos que está representando un cambio en las carreras de monoplazas.
La firme batalla por buscar soluciones para colaborar con el medio ambiente y la sostenibilidad cuentan con el apoyo de las marcas que se están volcando, y no solo de las de coches, que forman parte del paddock eléctrico. En resumen, la Fórmula E es el campeonato de motor donde más marcas compiten.
AUDI Y SU APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD
El apoyo a la tecnología y la innovación, junto a la defensa del planeta a través de las energías límpias, impulsa a empresas como Audi que ya estaba junto a ABT en el inicio de la Fórmula E.
Ganador del primer GP de Fórmula E disputado en Pekín (2014), colocó los 'cuatro aros' en la tercera temporada en la que ganaron el título de pilotos con Di Grassi y desde la cuarta ya como equipo oficial de fábrica en la que se llevaron el título de equipos.
Poder llevar los avances y la tecnología de la competición al mercado de los coches de carretera es un valor que Audi no quiere desaprovechar y de ahí su enorme implicación que se intensifica cada vez más. Además la marca da un paso más fuera de las pistas apostando claramente por su compromiso con la sostenibilidad, la innovación en el desarrollo de la electricidad como nueva fuente de energía de motor y en la búsqueda de energías verdes.
La Fórmula E organiza esta semana en México su ePrix número 49, ha visitado cuatro continentes, 22 ciudades y 19 países. Las peticiones por ver los monoplazas en sus centros urbanos se amontonan, los patrocinadores llaman continuamente a la puerta, los pilotos llegan desde competiciones que antes eran prioridad... Todo es bonanza en un campeonato que ha supuesto un cambio radical en el concepto del automovilismo asociado al motor de combustión.
The Future is electric. Electric has gone Audi.
* Este contenido patrocinado por AUDI ha sido elaborado por Diario As.