Isidre Esteve: "Ganar una etapa ahora sería algo maravilloso"
El catalán, 21º del raid con el Repsol Rally Team, se plantea un paso adelante el año que viene con un coche puntero: "Ahora hay más posibilidades".
Narra Isidre Esteve sin inquietarse cómo les cayó "un buggy encima" de su coche, con él dentro, en la sexta etapa del Dakar: "Estábamos encajonados entre dos dunas, girando poco a poco el coche. Y mientras se colocaba el camión de Juvanteny para sacarnos, un ‘side-by-side’ intentó pasar por la duna de al lado, dio dos vueltas de campana y se frenó contra nuestro coche. Yo pensaba que nos lo había roto, pero Txema (Villalobos, su copiloto) me dijo que estaba todo bien".
El catalán, de 46 años, visitó ayer la Redacción de As y habló con naturalidad sobre el incidente y "aquellos 50 kilómetros de las Dunas de Tanaka, los más difíciles de todo el Dakar 2019", como si su vida, y su carrera deportiva, no estuvieran plagadas de hechos extraordinarios. Mantiene una filosofía: "No pasaré ni un momento haciendo algo que no me guste". Entretanto, sigue acercándose a los pilotos punteros sobre cuatro ruedas y convirtiéndose en uno de ellos, por lo que pueda pasar en el futuro: "Bienvenido todo lo que tenga que venir".
Este año acabó 21º con el Repsol Rally Team, como en 2018. Su opinión sobre el recorrido es benévola: "Para mí, de los dakares que he corrido en Sudamérica es el más difícil. No hubo etapas de transición. ASO ha sacado un Dakar de diez días en Perú con dificultad buena cuando podían haber suspendido la carrera, y eso habría sido peor para equipos y patrocinios". Además, "hasta el último día estaban abiertas las clasificaciones en motos y en el podio de coches".
"¿Hasta qué punto alguien se comprometería a garantizar la seguridad en África?"
Isidre visualiza el futuro en Sudamérica. "Es el mejor escenario sin cambiar las fechas, que creo que no deben cambiarse. ¿África? ¿Dónde? Podemos llevar un campamento con 3.000 personas y 30 corresponsales de medios de todo el mundo, pero ¿hasta qué punto alguien se compromete a garantizar la seguridad?", sostiene, con una tesis: "Es más factible restablecer relaciones con países cercanos a Perú que buscar un nuevo escenario que no sé si las compañías de seguros estarían dispuestas a asumir. La aseguradora es quien tendría que dar el primer paso antes de llevar el Dakar a África". Porque "en Sudamérica hay terreno con Atacama en Chile, el desierto de Perú y un par de días en Argentina o Bolivia, ahí está el Dakar ideal, aunque no el más romántico".
A ese Dakar 2020 Esteve quiere llegar, por fin, con un coche de primer nivel. Y eso se traduce en dos opciones: el Toyota de Overdrive o el Mini de X-Raid... "Pues habrá que pillar uno de esos, ¿no?", dice con tono de broma, pero muy en serio, porque su plan de lograr en 4x4 lo que ya hizo en motos no se detiene: "Tenemos un proyecto bien hecho. Hemos dado los pasos correctos, sin correr más de lo que se puede, pero ahora es el momento de dar un pasito más, y eso implica más presupuesto". "No me gusta hablarlo, pero ganar una etapa del Dakar en mi situación sería maravilloso, como tener opciones de estar delante. Y ahora hay más posibilidades de subir a un buen coche que hace un año", afirma. Menciona a Alonso, quien mira de reojo al desierto: "¡Claro que firmo compartir equipo con él! Y no creo que Toyota y ASO pusieran muchos problemas si se planteara venir". Lo que no firma es un top-20 que ya tendría mérito: "Podemos volver más fuertes".