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MOTOGP

Rossi: "Las dos cifras del 46 suman 10, un número perfecto"

El italiano desveló algunas curiosidades en el programa ‘Che tempo che fa’ e hizo un guiño al décimo título cuando le preguntaron por su dorsal.

Valentino Rossi visita 'Che Tempo Che Fa' y habla sobre el futuro
Stefania D'AlessandroGetty Images

Con el curso a punto de echar a rodar, Valentino Rossi apuró sus últimos momentos por Italia y visitó el programa ‘Che tempo che fa’ antes de poner rumbo a Sepang para la presentación del equipo y los primeros test de pretemporada. En su visita a la televisión pública, ‘el doctor’ habló sobre cómo será su vigesimocuarta temporada dentro del Mundial y desveló algunas curiosidades de su pasado y presente deportivo, haciendo un nuevo guiño a esa décima corona con la que todavía sueña.

El número 10 marcó el inicio de su carrera. En 1989, con 10 años, el italiano tuvo su primer contacto con el mundo de las dos ruedas y su intención, es que la decena también marque el final. Al hablar sobre el por qué de su dorsal, el piloto de Tavullia hizo referencia a su padre pero además, no se olvidó de otro significado que ahora esconde esa cifra: "El 46 fue el número con el que mi padre ganó la primera carrera en el Mundial durante el año en el que nací, 1979. Además me gusta que sea de dos cifras y entre las dos suman 10, un número perfecto, ¿no?".

Después de aterrizar en la categoría reina junto a Honda, con quien conquistó tres mundiales de forma consecutiva, Valentino decidió seguir sumando junto a Yamaha. Para ‘El Doctor’, su llegada al garaje de los de Iwata fue "lo mejor" que hizo en su carrera y el triunfo que logró en Sudáfrica en 2004, es para él el más emotivo de su trayectoria: "La de Welkom es mi victoria más bonita, fue la primera con Yamaha. De hecho, tengo esa moto en mi habitación. Había dejado Honda, con quien que tuve muchos éxitos, y deseaba poder continuar ese mismo camino".

La pista sudafricana fue el escenario donde comenzó el idilio del italiano junto a la M1. Hasta ahora, Valentino conserva "todas las Yamaha" con las que ha ganado mundiales. El piloto de Tavullia reúne en casa unas monturas junto a las que, antes de cada carrera, pasaba "40 minutos alrededor" de ellas hablándoles y creando una especie de "salida romántica" pegado a la que se ha convertido en su mejor aliada a lo largo de una trayectoria, que, entre risas, Valentino recuerda como fue cuestionaron desde el colegio en sus inicios.

"Una vez le dije a la profesora de historia del arte que yo no estaba interesado en la asignatura y ella se lo tomó mal. Me dijo: "¿No pensarás ganarte la vida con esa moto de ahí fuera?"". Valentino respondió sobre el asfalto despejando cualquier duda. El sí ha sido tan rotundo que a sus casi 40 años, sigue esperando ansioso el inicio de un curso donde la imagen de su Yamaha "llevará más o menos los colores del Inter, pues el color de Yamaha es el azul y el de Monster, nuestro nuevo patrocinador, el negro".

El hecho de competir al máximo nivel junto a los pilotos más potentes y, en especial, sus pupilos de la Academy, son los motivos que le mantienen activo y con ganas de seguir metido de lleno en la pelea: "Es bueno para mí trabajar con jóvenes. Bagnaia y Morbidelli correrán contra mí este año, y si se ponen delante de mí, me molestará". La ambición y las ganas de seguir sumando se mantienen intactas en la trayectoria de un piloto que para 2019, tratará de volver a subir a lo más alto junto a su M1.