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DAKAR 2019 |

El Mini de Carlos Sainz iguala el ritmo del Peugeot

Cuando el español empezó a trabajar con el buggy de X-Raid era tres segundos más lento que el coche galo, según el equipo, pero esa desventaja se recuperó.

El Mini de Carlos Sainz para eñ Dakar 2019.

Cuentan quienes conocen bien a Carlos Sainz y Lucas Cruz que, cuando les preguntan por las posibilidades de su coche en el Dakar 2019, evitan responder y simplemente sonríen. El Mini JCW Buggy desarrollado por el equipo alemán X-Raid es un coche con pocos kilómetros y hasta ahora pocos resultados, pero en los últimos meses su evolución ha sido exponencial, desde que el piloto madrileño ha asumido las labores de puesta a punto con diversos test en Marruecos.

Este dos ruedas motrices fue presentado en noviembre de 2017 en París y era la apuesta de Mini para plantar cara a los Peugeot sin dejar de lado su otro modelo, el todoterreno de tracción total. Pero su primer Dakar, el de 2018, fue decepcionante: un fuerte accidente de Menzies al poco de comenzar, problemas continuos para Hirvonen y averías más penalizaciones sobre Al Rajhi.

Una vez terminó el raid, Mini se mantuvo firme para hacerse con los servicios de Sainz, Peterhansel y Despres, que no tenían contrato por la salida de Peugeot y antes del verano, Carlos hizo su primer test a bordo del coche, también probó el Toyota. El fuerte interés que manifestó el fabricante británico por ficharle le hizo inclinarse por esta opción a la que podía aportar, además, sus conocimientos desarrollando un buggy ganador, lo que ya había hecho en Peugeot.

En sus primeras sesiones de trabajo en el desierto marroquí, el Mini perdía unos tres segundos por vuelta con respecto al Peugeot según el circuito abierto que utilizan como referencia. Con el trabajo de los ingenieros alemanes a partir de las indicaciones del madrileño, ese mismo Mini ha recortado los tres segundos e iguala las prestaciones del viejo 3008DKR, al menos en ritmo.

A la vista, su forma de copiar el terreno (superar baches y obstáculos) es similar a la del buggy francés, aunque una de las principales diferencias está en la suspensión delantera: el recorrido es más vertical en el caso del Mini y eso puede suponer una ventaja al saltar, mientras que en el Peugeot los amortiguadores estaban anclados al centro del coche. Además, el motor del Mini es monoturbo diésel, en lugar del biturbo de Peugeot, lo que evita duplicidades en las piezas y simplifica la mecánica.

Arena. Los buggys deben tener ventaja en las dunas gracias a su mayor recorrido de suspensión, un peso menor y la posibilidad de cambiar la presión de los neumáticos sobre la marcha en función de las necesidades. El recorrido del Dakar 2019, que se desarrollará íntegramente en Perú, tendrá un 70% de arena. Y según sus referencias, el Mini será rápido, tanto Sainz como Peterhansel y Despres esperan luchar por la victoria. Sólo queda la incógnita de la fiabilidad, porque el Peugeot tenía cuatro años de experiencia detrás y este vehículo, apenas unos intensos meses de trabajo en 2018 después de un Dakar incompleto.

No obstante, muchos esfuerzos antes de embarcar los coches hacia Lima se han centrado en comprobar la vida útil de cada pieza y fiabilizarla. Eso explica, por ejemplo, la rotura de caja de cambios que sufrió Sainz en el Rally de Marruecos estirando al límite el kilometraje de la unidad. Aunque será en el Dakar cuando el Mini se expongan a sus verdaderos límites...

Mini JCW Buggy

MOTOR

Tipo: Turbo derivado de BMW
Cilindrada: 2.993cc
Potencia: 350 CV a 3.500 rpm
Par: 770Nm a 2.150 rpm
V. Máxima: 190 km/h
Combustible: Diésel

Transmisión

Tracción: Trasera
Cambio: Secuencial 6 marchas
Embrague: AP Racing

Estructura

Chasis: Tubular de acero
Carrocería: Fibra de carbono
Dim: 4.332/2.200/1.935 mm

Ruedas

Neumáticos: BF Goodrich R17
Frenos: Disco (335 mm x 32 mm)

PESO

Total: 1.675 kilos