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FÓRMULA 1 | GP DE ABU DHABI

Hasta luego, Fernando

Alonso se despide de esta etapa en F1 con dos títulos, tres subcampeonatos y el respeto de todo el deporte. Podría ser solo un año sabático.

Abu DhabiActualizado a
Hasta luego, Fernando
Manuel Franco

No podía evitar mirar al cielo, por si acaso, por si llovía, aunque finalmente solo fueron unas gotas. Hasta ahí llega el extremos espíritu competitivo de un piloto que aún en su última aparición en la parrilla de un gran premio sigue soñando con ganar. Fernando Alonso de camino a su coche, en el que esperaban aún todos los mecánicos después de hacerse una foto todos juntos, ya con el coche arrancado y con el resto de pilotos subidos a sus bólidos. Empezó unos minutos tarde la última carrera de la temporada con el piloto español saludando a unos y otros, incluso la princesa Charlene de Mónaco miraba al asturiano, quizá recordando aquella vez en la que Alonso dejó plantado a su marido después de ganar en 2005 tras el desplante a la candidatura olimpica de Madrid en aquellos años. Recuerdos que se agolpan en los últimos momentos de un piloto único.

¿Últimos momentos? Veremos. Antes de la carrera alguien le decía al padre de Fernando que mucho ánimo, que es la ultima carrera, que... "bueno, bueno, última... veremos", respondía el siempre sincero José Luis. Y es que todo hace indicar, así lo venimos diciendo en As desde entonces que anunció su retirada el 14 de agosto, que la intención del astur es regresar, probablemente en 2020. "Por ahora es un año sabático, necesita descansar", advierte Flavio Briatore.

Sea como fuere lo cierto es que los homenajes y el reconocimiento, el respeto total de pilotos, jefes de equipo, mecánicos, prensa... lo tiene Alonso de sobra. "Es uno de los mejores pilotos que jamás haya visto", decía Ross Brawn, Vettel espera que regrese, Hamilton se hace fotos con él antes de la carrera y susurra que le echará de menos, Sainz se abraza antes de la carrera como si recibiera el relevo... todo es emoción. Sobre todo a su lado, dónde su hermana Lorena, su madre Ana, su padre, García Abad, Briatore intentando sacar sonrisas y preguntando por Galle, el amigo del alma que está en otras cosas aún mejores y su fisio Fabri, siempre discreto, con Edo en el recuerdo desde Italia. Ahí las lagrimas están a punto de derramarse por alguna mejilla, al menos femenina. Pero ellos saben el plan, el posible regreso, lo que hará el próximo año y el sueño de volver con un coche competitivo para al menos hacer podios y ganar unas carreras, ya con la Triple Corona en el palmarés y alguna otra sorpresa. Pero eso es el futuro que se espera, de momento Alonso ya es historia en la F1, una historia que jamás pensamos contar en un país como España, la de un piloto que logró dos títulos con un Renault azul, que pilotó para McLaren y nos hizo vibrar con un Ferrari rojo de milagro en milagro, ese que descubrió la F1 para nuestro país y nos puso ante la televisión y nos hizo viajar por el mundo. Ahora acaba esta historia... Gracias Fernando. Y hasta luego.