El telemétrico de Maverick le dio la clave para ganar
Davide Marelli le dijo en el warm up que saliera ya con la opción de carrera, al estar el asfalto a una temperatura muy similar a la que se encontraría después.
La sequía de Yamaha se acabó en Australia con la victoria de Maverick Viñales. Iban 25 carreras consecutivas de MotoGP, desde Assen 2017, sin ver cruzar la meta en primera posición a una moto de la fábrica de los diapasones y el éxito se fraguó durante todo el fin de semana, pero especialmente en el warm up, gracias al vital consejo que Davide Marelli, su telemétrico, le dio al piloto español.
En esa última sesión libre de veinte minutos de los domingos por la mañana, Marelli le dijo a Maverick que se olvidara de salir a la pista con el neumático blando trasero en busca de marcar el mejor crono y que saliera con la opción que tuviera decidida ya para la carrera, porque las condiciones del asfalto para esa sesión serían muy parecidas a las que luego se encontraría en la carrera. Y así fue.
Durante el warm up hubo 12 grados de temperatura en el aire y 20 grados en el asfalto. A la hora de la carrera, que dura algo más del doble que ese entrenamiento libre y que se disputó a las cuatro de la tarde, con lo que la temperatura fue bajando con el paso de las vueltas, el termómetro marcaba 13 grados en el aire y 32 en el asfalto.
De esta manera, Maverick, a diferencia de Iannone, se encontró como pez en el agua desde el principio con su combinación del Michelin medio delantero y duro trasero. El de Suzuki, en cambio, había logrado el mejor crono por la mañana con tres décimas de renta sobre Mack con el blando trasero y, ya en la carrera, salió con medio y duro, lo que puede explicar sus inseguridades iniciales y la pérdida de un tiempo que fue definitiva para que sólo pudiera ser segundo, a pesar de que era el más rápido en la parte final de la carrera.