Puig se emocionó como nunca: “No sé cuál es el límite de Marc”

Los hombres duros también lloran, si la ocasión lo requiere o es imposible contener la emoción, y para prueba de ello Alberto Puig, que tenía los ojos vidriosos a pie de podio viendo la fiesta celebración de Marc Márquez por su séptimo título mundial, el quinto en MotoGP. Para el team manager del Repsol Honda supone el primero en la clase reina para él, y lo añade a los dos de 250cc y al de 125cc que ya había ganado con Dani Pedrosa de 2003 a 2005. Con el ilerdense, en cambio, ha conseguido al primer intento el título que nunca ganó con el barcelonés, y se le veía más emocionado que nunca. “Siempre se escapa algo”, reconocía cuando As le preguntaba si se le había escapado alguna lágrima.

“Estoy muy contento, por todo el trabajo realizado, el del equipo, el de Honda y, sobre todo, por el piloto. Y por la parte que me toca, tú sabes que hacía muchos años que estaba en esto y perseguía este título. Había sido team manager en 125 y 250 con éxito, pero nunca había ganado este título y ahora estoy bien”, dijo antes de añadir: “Son muchos años aquí dentro y ayudar a que esto pase desde dentro es muy importante para mí”.

Su abrazo con Márquez en el corralito fue muy emotivo, y sincero, y en el reencuentro entre ambos sólo le dijo una cosa: “Le he dado las gracias a Marc. ¿Qué voy a decirle?”. Como todos, Puig no tiene claro dónde está el techo del ya heptacampeón del mundo: “No sé cuál es el límite de Marc, pero hoy es el momento de disfrutar. Ahora no pienso mucho, ni en los malos momentos. Me quedo con que Honda ha hecho un trabajo importante, ha dado el do de pecho y se ha conseguido. Y también me quiero acordar de Ducati, que ha puesto una gran resistencia, sino ponerlo nada fácil, y de Dovizioso”.