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MOTOGP | GP DE JAPÓN

Roser: "¿Márquez agresivo? Lo que les jode es que les gane"

La madre de Marc aseguró anoche en El Larguero que no ve a su hijo campeón ya en Japón y le defendió con simpatía ante los que le tachan de duro.

Motegi
Roser Alentá, madre de Marc Márquez.
EFE

Roser Alentà, la mamá de los hermanos Márquez, sigue desde Cervera las evoluciones de Marc y Álex en el GP de Japón, ilusionada con las posibilidades de título del mayor en MotoGP y aliviada con que la fuerte caída del pequeño en Moto2 quedara sólo en un susto, una pequeña fisura en el hombro derecho. Es costumbre en ella no viajar a los circuitos más allá de las carreras europeas y anoche entró con la amabilidad y la simpatía que le caracteriza en 'El Larguero' de la Cadena SER, donde reconoció que aún es pronto para que Marc consiga el título y le defendió ante los que le tachan de duro o agresivo: "Lo que les jode es que les gane".

"De momento no estoy nerviosa. Dentro de un rato sí, cuando entrenen. Ayer tuvimos un susto, con Álex, pero no pasó nada. Vi la caída en directo. Pensaba que ya se había acabado y me iba a dormir un ratito, porque tenía dos horas de margen, y al ver que se caía luego ya no dormí nada. Ver que se lo llevaban en ambulancia y no saber nada... Pero al cabo de veinte minutos me llamó Marc, y luego Álex, y ya me he quedado tranquila. Tengo la suerte de que ellos siempre están pendientes y el teléfono es una gran ventaja", empezó contando a Yago de Vega antes de hablar en clave de título: "Pienso que este fin de semana no. Se tiene que cruzar todo muy bien y Dovizioso tampoco es cojo. Lo que tiene que hacer es terminar su carrera, que no se lesiones y que no pase nada. Si no es en ésta será en Australia o en Malasia. Lo importante es que vaya haciendo carrera a carrera".

A diferencia de otras madres, que no pueden hacerlo por los nervios que sufren, Roser dice: "Yo veo las carreras. Tengo el televisor encencendido y veo lo que pasa continuamente. Me quedo más tranquila así". Eso no quita que también sufra lo suyo: "Las madres sufrimos en todo momento, aunque salgan de casa en bicicleta, y los padres también sufren. Lo que pasa es que cuando se van fuera hay vacío en casa. Si ellos estuvieran independizados no notarías que no están, pero como siempre están aquí en casa se nota". Y reconoce que les echa de menos: "Al principio cuando se van dices "uff, qué alivio, no tengo ropa para limpiar y la comida en la nevera en su sitio...", pero luego cuando pasa una semanita dices"uff, aún me quedan dos más". Pero bueno, se lleva bien".

No se vuelve loca con los éxitos de Marc, que va camino de su séptimo título, el quinto en la clase reina. Y cuando le dice que es una barbaridad lo que está haciendo, ella contesta: "Sí, si lo dicen es porque es así, pero yo no me pongo nerviosa por esto ni se me sube. Pues bueno, son cinco, que en total serán siete, pero lo tomas con un poco de filosofía. Es su faena, se lo pasa bien y disfruta con ello".

Cuando el presentador, Yago de Vega,  le preguntó "¿qué hacemos con Rossi?, respondió con absoluta naturalidad: "Nada, dejarlo, que haga su carrera y ya está. Dejarlo, dejarlo sin más". Sobre si se arreglará algún día la relación entre ellos: "No, no, no. El ego que tiene Valentino... pero bueno, Marc es un chaval, lo digo yo porque soy su madre, que él pasa bastante del tema ése y si alguien está enfadado, porque Marc tiene la conciencia muy tranquila, el problema es del que se enfada". Y defendió a Marc ante los que le tachan de agresivo, de buen rollo y con sinceridad: "Todos han tenido 20 años, 21, 25 o 23 entonces, claro, lo que les jode un poco es que les gane y entonces pues tienen que decir algo. ¿Es verdad o no? Si te ganan dices que es un marrano el tío que te ha entrado con la patada".

Lo que sí espera Roser es que haya buena convivencia a partir del próximo año en el box del Repsol Honda entre Lorenzo y su hijo. Hace unas temporadas, ella y María Guerrero, la mamá del mallorquín, coincidieron a pie de podio en Jerez y dejaron claro que sus hijos podían tener todas las peleas que quisieran en la pista, pero que fuera de ellas tenían que llevarse bien, porque si no les darían azotes en el culo. Roser se acuerda de aquello y, cuando se le pregunta sobre cómo intuye que será la relación de ambos, dice: "Yo diría que muy bien porque son personas supuestamente adultas y la mente la tienen que tener en su trabajo. Por mucho que compartan box, uno está en un lado con sus mecánicos y sus técnicos y es como si estuviera tres boxes más abajo. Tendría que ser así. Marc no tiene problemas con ninguno, con nadie. La relación va a estar bien y normal. Y si alguien se desvía un poco del camino espero que la gente de al lado los pongan otra vez en su línea".