Barrichello tenía un tumor: "Solo un 14% sale tan bien como yo"
El brasileño desvela que los problemas vasculares que padecía en una vena de su cuello se debían a un tumor benigno que le extirparon.
El primer día de febrero, Rubens Barrichello publicaba un vídeo en su ‘Instagram’ tumbado en una cama de hospital. Después de varios días desconectado de las redes sociales, el brasileño contaba manteniendo esa sonrisa que siempre la ha caracterizado que estaba ingresado a raíz de un terrible dolor de cabeza provocado por un problema en una vena del cuello. Y ahora, dos meses después, revela que aquello no fue solo un problema vascular, si no que le encontraron un tumor benigno que le extirparon unos días más tarde.
Lo ha desvelado en el programa 'Conversa com Bial' de la televisión brasileña 'GShow', donde mostró una tremenda cicatriz en su cuello. "Después de todo lo que sucedió, tuve un montón de chequeos para obtener más información sobre mi salud y encontraron un pequeño tumor en el cuello que me quitaron después de una carrera que hice en Interlagos. Me lo extirparon porque, a pesar de que era un tumor benigno, habría crecido y no quiero sentir ese tipo de incomodidad en el coche", declaraba el expiloto de Fórmula 1.
Aunque era benigno, realmente estuvo en una situación peligrosa: "Un amigo nuestro que es médico vio que estaba en mal estado y tengo mucha suerte. La vena que se abrió debido a una mala formación se regeneró con su propia sangre en dos horas. Cuando llegué al hospital, pusieron una cánula y vieron que la vena se había cerrado sola. Cuando salí del hospital, me dijeron que solo el 14 por ciento de las personas salían de esta situación como yo. Muchos aguantan graves después de los efectos o mueren".
Así, Rubinho se siente afortunado de salir airoso de algo así, y no es para menos. Esa noche, que no se le olvidará nunca, transcurrió así: "Estaba en casa duchándome y de repente sentí un dolor en la cabeza. De cero a diez diría que fue un dolor de cabeza de ocho o nueve, ¡así de fuerte! Me tendí en el suelo, no quería despertar a nadie, pero me dolía mucho. Regresé a mi habitación y desperté a Silvana (su esposa). Empecé a sentirme mal y me di cuenta de que tenía que ir al hospital". Hizo bien en acudir. Nos alegramos de verle sonreír como siempre.