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F1 I GP DE BAHRÉIN

Las siete conclusiones del GP de Bahréin F1 en Sakhir

El triunfo de Vettel, los abandonos de Red Bull, la remontada de Alonso... Analizamos todo lo acontecido en el Gran Premio de Bahréin.

BAHRAIN, BAHRAIN - APRIL 08:  Race winner Sebastian Vettel of Germany and Ferrari celebrates in parc ferme during the Bahrain Formula One Grand Prix at Bahrain International Circuit on April 8, 2018 in Bahrain, Bahrain.  (Photo by Charles Coates/Getty Ima
Charles CoatesGetty Images

Vettel es una garantía

Si tiene el coche, si se ve rápido, si no tiene problemas… Vettel gana. Y lo volvió a demostrar en Bahréin. El alemán ganó cuatro títulos con el mejor monoplaza y este año cuando lo tenga (como pasó en Shakhir) ganará. Es líder, victoria 49 en 200 carreras, números de leyenda para un tipo con un carisma limitado que no consigue alzar ni hablando mal a un periodista en rueda de prensa, pero un caníbal en la pista.

Bottas, duende congelado

Es algo, lo llaman duende por el sur y por el norte se suele congelar de frío. Eso debe ser lo que le pasa a Valtteri Bottas, un gran piloto al que le falta ese poco que distingue a los grandes de los pilotos muy buenos. Con mejores gomas que Vettel le quitó mucho tiempo, pero le faltó para lanzarle ese ataque final que le hiciera llevarse la carrera. Mejor que en Australia, pero le falta… ese algo. ¿Duende?

Honda sospechosa

Dicen, los que saben de esto, entre los que no me encuentro pese a mis ocho años ya dando vueltas por el mundo, que es imposible mejorar un segundo de un año a otro, menos aún de una carrera a otra. El mismo coche que fue último y abandonó en Australia, de repente es cuarto y vuela en Bahréin. Ya dimos unas cuantas razones ante la gran pregunta, pero uno ya no sabe si sospechar de algún truco de magia japonés… o algo. Gran trabajo de Toro Rosso.

Alonso, cuarto con el séptimo

Mercedes, Ferrari, Red Bull, Haas, Toro Rosso, Renault y McLaren. Dos, cuatro, seis, ocho, diez, doce… lo normal es que Alonso fuera decimotercero en la clasificación del Mundial, pero va cuarto, con el séptimo mejor coche ahora mismo. Que ha tenido suerte, que los abandonos, que el coche de seguridad, que…. Eso solo lo puede hacer él. Y ya está.

Red Bull sin alas

Un piloto de talento descomunal al que le falta serenidad, un piloto de clase superlativa al que se le para el coche. Y los dos Red Bull fuera de carrera. Un equipo tremendo al que últimamente le falta algo para ser aquello que fue durante cuatro años. Y eso que aún pasea Newey por la parrilla mirando los otros coches con pinta de genio loco. Red Bull sin alas en Bahréin.

Ericsson driver of the day

Noveno, puntos con un Alfa Romeo Sauber y luchando con el otro McLaren. Enorme la carrera de Marcus Ericsson, un piloto al que todos creían sepultado ante el talento que viene de su compañero Charles Leclerc, pero que en la segunda carrera se ha reivindicado y demuestra que aquí malo, malo… si acaso el de la puerta. Poco más. Piloto del día para mi.

Bahréin con la luz apagada

Un circuito espectacular, conciertos de grandes estrellas internacionales como Santana (el guitarrista), una autopista desde Manama la capital al circuito… muchas luces hasta en las palmeres, pero cuando se sale del trazado establecido, cuando te metes con el coche por los pueblos de alrededor la luz se apaga en Bahréin y aparece la represión que continúa en este país, las cargas policiales, las pintadas tachadas pidiendo libertad. Bahréin sigue siendo un pueblo en lucha que merece más atención de sus gobernantes y la F1 es la luz cegadora que muestra al mundo un país que apenas existe.