Carolina Espadas: mujer bombera, mujer piloto
La madrileña, que trabaja en el parque de Santa María de la Cabeza, se ha liado la manta a la cabeza y correrá el Nacional de Rallys de asfalto.
Del camión de bomberos al coche de rallys. Carolina Espadas va a dar ese salto de la noche a la mañana. Sin ninguna experiencia previa, esta madrileña que trabaja en el parque de Santa María de la Cabeza conduciendo todo tipo de vehículos de emergencia, va a cambiar la sirena y la manguera por un vehículo de competición. Y no se anda con chiquitas, porque va a correr en el Campeonato de España de asfalto. Como ella misma reconoce, “soy un culo inquieto”. Junto a su marido, Rober, también bombero y en su día ciclista amateur, tienen una academia de formación para preparar oposiciones a los diferentes cuerpos. Y en ella han apoyado diferentes deportes, como motos de agua, motocross, ciclismo… “tuvimos un chico que corría rallys de tierra en Madrid, y me picó el gusanillo”, explica Carol.
“Empezamos a mirar coches para correr rallys de tierra, pero no nos terminaban de convencer”, asegura esta bombera que ahora también es piloto. “Nos recomendaron seguir alguna fórmula de promoción, y encontramos un Suzuki en Santander, que compramos sin casi pensarlo. Fuimos al Rally RACE Comunidad de Madrid a ponernos en contacto con el organizador de la Copa Suzuki, y alucinamos con el montaje”. Pero, lejos de amedrentarse, el siguiente paso fue “buscar un copiloto, que preferíamos que fuera mujer. Tras algunos contactos nos pusimos de acuerdo con Fátima Macías, que a su vez nos recomendó que nos pusiéramos en manos de Cándido Carrera, el copiloto de ‘Cohete’ Suárez. Nos fuimos a su pueblo, y estuvimos de ocho de la mañana a doce de la noche aprendiendo a tomar notas. Seguimos nuestro aprendizaje en Morcuera y Canencia, además de tandas privadas en el Jarama y con un kart de competición”, explica Carolina.
Ni corta ni perezosa, y con tan poca experiencia, se apuntó al Rally de A Coruña, “donde empezamos con mal pie, ya que el primer tramo se suspendió al fallecer un espectador, que además era el padre de un copiloto, de un infarto. Éramos 111 coches, y nosotras salíamos las últimas, por lo que nos encontrábamos los tramos llenos de suciedad. Me comía el coco terminar, pero al final salí satisfecha porque en algún tramo mejoré mi tiempo 18 segundos de la primera a la segunda pasada”, recuerda. Y el siguiente paso que se inicia hoy mismo ya un órdago a la grande, el Rally do Cocido, la primera prueba del Campeonato de España, que se disputa hoy y mañana en Lalín. Esta valiente mujer que no pestañea a la hora de plantar cara al fuego y demás emergencias, se va a enfrentar al Nacional de asfalto con la única experiencia de haber corrido una prueba anteriormente. Olé.