"Nadie me ha regalado nada, todo lo he logrado yo solo"
Andrea Iannone, piloto de Suzuki y compañero de Rins, es rotundo: "Mi cabeza no tiene límites, puede llevarme a cualquier parte y quiero ganar".
Andrea Iannone no es un piloto al uso en MotoGP. 'The Maniac' es habitual de la prensa del corazón por su relación con la modelo y presentadora Belén Rodríguez (séptima celebridad de Italia con más seguidores en redes sociales), lleva un enorme tatuaje que casi cubre su antebrazo izquierdo y es habitual de polémicas con fotos o vídeos como cuando subió a su cuenta de 'Instagram' uno destrozando un Porsche. Eso no impide que tenga un gran talento y muchos le vean como un futurible campeón del mundo de la máxima categoría. Sin embargo, su debut en Suzuki tras dejar Ducati no trajo los resultados esperados.
El italiano de 28 años ha hablado de todo ello en una entrevista en la revista 'Riders' antes de terminar sus vacaciones y poner rumbo a Sepang para los primeros test de pretemporada. "En 2017 no fue fácil aceptar la situación en la que me encontré. Pasé de ser un piloto de fábrica de Ducati, siempre al frente, a encontrarme el dieciocho. Fue algo inesperado, no estaba preparado y realmente fue un duro golpe... Hubo días en que ni siquiera podía hablar, solo pensaba en esto, todo era de color negro".
Año difícil que no impide que Iannone se considere un afortunado y esté agradecido por la situación que vive: "Tengo 28 años, puedo levantarme por la mañana y hacer lo que quiera, ya sea comprarme un coche o una bicicleta, o desaparecer sin decir nada a nadie. Entonces, ¿qué razón tengo para ser infeliz o estar triste? ¿qué derecho tengo para quejarme? Seguí diciéndome a mí mismo que tenía que continuar y darlo todo, a pesar de las dificultades".
Iannone no es de los pilotos que repite un discurso aprendido y vacío, todo lo contrario. Da su opinión y explica las cosas a su modo, desde su punto de vista, sin buscar la aprobación. "Quiero ganar, aprendí a ser más paciente, más realista, pero el objetivo sigue siendo el mismo: la victoria, eso es lo único que cuenta. Nadie me ha regalado nunca nada, siempre he hecho las cosas solo, sin contactos y sin respaldo. En minibikes, en 125, en Moto2 y en Ducati. Todo lo que he ganado ha sido a base de mi fuerza. Entonces, si lo pienso, ya he ganado en la vida. Hay que luchar por lo que quieres y para mí no hay límites. Mi cabeza puede llevarme a cualquier parte", concluye.