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FÓRMULA 1

Red Bull no sufría tanto con la fiabilidad del motor desde 2006

Así lo dice su jefe, Christian Horner, en un año con 13 abandonos y 105 puestos de sanción tras el que manda un recado a Renault.

Daniel Ricciardo abandona con el Red Bull en Austin.
CLIVE MASONAFP

Es cierto que al principio de la temporada fallaron y no encontraron la velocidad que todos les presuponían, quedando apartado de la lucha entre Mercedes y Ferrari, pero también lo es que de haber sufrido menos con la fiabilidad el 2017 de Red Bull habría sido mucho más positivo. Han sido el tercer equipo con más abandonos de la temporada con 13 por detrás de McLaren (18) y Toro Rosso (14), y además acumularon 105 posiciones de sanción en parrilla de las 320 que perdieron en total los coches propulsados por Renault.

Tales son los puntos que han se han dejado por el camino entre tantos problemas que Horner dice que hacía once años que no padecían tanto con el motor: "En cuanto a la fiabilidad, quizá haya sido el peor año que hemos tenido desde 2006". Por aquel entonces, los energéticos eran propulsados por Ferrari, Coulthard y Klien (y luego Doornbos) eran sus pilotos y aún no sabían lo que era conseguir una victoria. Aquella temporada fueron séptimos, no terceros como esta, pero las sensaciones del jefe son igual de malas.

Sin embargo, y pese a las desavenencias que tuvieron con ellos en la ruptura con Toro Rosso, el británico confía en que Renault mejorará sus prestaciones en 2018 y podrán ser aspirantes al título. "Nuestro socio de motores trabaja arduamente para abordar eso durante el invierno, además, también lo necesitan para su propio equipo. Con suerte, entonces podremos tener una campaña para desafiar realmente a Ferrari y Mercedes, que tampoco se detendrán en el transcurso del próximo año", analiza en 'Autosport'.

Además de fiabilidad, al motor francés también le faltó potencia y Christian cree que a estas alturas de la era híbrida ya deberían alcanzar otro nivel: "Nos acercamos un poco en carrera, pero en clasificación, con estos modos y el uso de la gasolina y demás, aún hay una diferencia bastante grande, el cronómetro no miente. Será el quinto año de motores híbridos, así que uno esperaría que comience a haber convergencia y empiecen a entender algunos de los problemas con los que han estado luchando".

Renault no estuvo a la altura, pero ellos tampoco y lo asumen. "Ha sido una temporada de dos mitades para nosotros. Al comienzo no alcanzamos el objetivo, unos problemas con nuestras herramientas durante el invierno se reprodujeron en la pista. Una vez que lo entendimos, teníamos un camino de desarrollo muy claro. Todo el equipo trabajó increíblemente bien para que pasáramos de estar a un segundo en Australia a ganar carreras y tener el chasis más fuerte. Es satisfactorio ver ese progreso". Ahora esperan el de Renault.