El Mapping 8 lució 210 segundos sin éxito en la moto de Lorenzo

El extraordinario trabajo que ha realizado Ducati esta temporada ha tenido un lunar negro en la última carrera. Y no se trata del hecho de que Dovizioso finalmente se haya quedado sin un título que ha ido a parar de nuevo a manos de Márquez. Se trata del sainete que han protagonizado en la carrera de Valencia con las órdenes de equipo dadas a Lorenzo y que éste ha desobedecido.

Vaya por delante que Dovizioso ya ha dicho que Lorenzo no le ha molestado, pero será recordado por mucho tiempo lo sucedido. Al ver que Lorenzo rodaba cuarto justo delante de Dovizioso, a partir de la vuelta 13 han empezado a mostrarle desde el box en el cuadro de mandos de su Ducati el mismo mensaje que le enseñaron en la carrera anterior, en Sepang. 'Suggested Mapping 8', algo que reconocieron los responsables del equipo en el paddock de Sepang significaba que se dejara pasar por su compañero de equipo. Ese mensaje se envía desde un ordenador situado en el box del equipo a través del Dashboard (pizarra virtual) que ha comenzado a funcionar este año. Se pueden programar hasta un máxmo de 21 con un tope de cinco palabras y cada que se envía uno luce en el display de la moto del piloto en cuestión durante 35 segundos. La realización televisiva tiene acceso a esos mensajes cada vez que se producen, como pasa con la radio de la Fórmula 1.

Pues bien, a partir de la decimotercera vuelta, se lo han mostrado a Lorenzo un total de seis veces, que a razón de 35 segundos por ocasión da un total de 210 segundos, es decir, tres minutos y medio que el de Ducati ha ignorado. Además, desde el muro también le han hecho a Juan Llança, su pizarrero y mecánico de confianza, que le mostrara que debía ceder una posición. Lo ha hecho con un -1 y una flecha en amarillo hacia abajo.

Al final, ha quedado todo en anécodota, porque ambos se han caído en la misma vuelta, sin que Lorenzo dejara pasar a Dovizioso, y con el español después yendo a saludar y a dar explicaciones al italiano a su parte del box. Ese detalle habrá rebajado los ánimos de los jefes de Ducati, porque durante la carrera sus caras eran un auténtico poema.