Fichajes: así está la parrilla del Mundial de Fórmula 1 para 2018
Quedan siete incógnitas. Alonso aún no ha renovado y hay tres escuderías que no han confirmado a ningún piloto para la próxima temporadaClasificación F1 Monza 2018: GP de Italia
De Singapur sale un Mundial nuevo, o incluso dos. Porque la carrera del domingo en Marina Bay puede haber decidido el título de 2017 con el accidente en la salida que castigó a Vettel, Verstappen, Raikkonen y Alonso y con la imponente victoria de Hamilton, que le da 28 puntos de ventaja sobre el piloto alemán a falta de seis grandes premios. Y porque en la previa de la cita asiática se consumaron los acuerdos a tres bandas que definen buena parte de la parrilla de 2018: McLaren-Renault, Toro Rosso-Honda y Carlos Sainz con Renault.
No fueron los únicos anuncios: Mercedes confirmó que Valtteri Bottas continuará con ellos una temporada más. Y Force India ha dejado a un lado la imprudente rivalidad entre Sergio Pérez y Esteban Ocon para oficializar que mantiene a ambos en la escudería el año que viene.
No obstante, quedan siete volantes libres para la próxima temporada en cuatro escuderías. Uno está en McLaren que reservan para Fernando Alonso. Pero el asturiano acaba su contrato en diciembre y aún no tiene claro si renovará para 2018. Espera información de las prestaciones del motor Renault para tomar su decisión. Y en Woking cuentan con él, aunque afirman tener un plan B. De hecho Jenson Button sigue vinculado a la escudería británica hasta que acabe 2018 y aunque Vandoorne le desplazara del equipo titular, le guardan en la recámara por si se quedaran sin Alonso.
Williams tampoco ha anunciado su dupla para el próximo año, aunque se da por confirmada la continuidad de Lance Stroll porque sus resultados como rookie son aceptables y porque su padre es uno de los principales inversores de la compañía. Para el otro puesto hay más discusión y una imposición: Martini el principal anunciante, pide por contrato a un piloto mayor de 25 años para prestar su imagen. Podría seguir Massa, al que ya retiraron de su jubilación cuando perdieron a Bottas. O pueden buscar fuera: Kubica quiere probarse en el Williams de 2014 tras varios test satisfactorios con Renault. Palmer está libre. Wehrlein es más joven, pero puede perder su sitio en Sauber y Mercedes le recomendará.
Red Bull por fin puede renovar su filial, Toro Rosso. Kvyat no tiene asegurada su continuidad, aunque sin Sainz el ruso se presenta como piloto experimentado que sumaría puntos desde el primer día. Al segundo asiento opta el francés Gasly, campeón de la F2 en 2016 dentro del programa energético que espera su oportunidad. A no ser que Honda exija un piloto japonés, entonces llegaría Matsushita (23 años, 2 victorias y 4 podios este año en F2). En cuanto a Sauber, Ferrari puede abaratarles los motores a cambio de que hagan hueco a las perlas de su cantera: el italiano Giovinazzi y el monegasco Leclerc. Aunque Ericsson tiene buenos apoyos económicos que le pueden ayudar...
La parrilla de 2018
Mercedes. Confirmados: Hamilton y Bottas.
Ferrari. Confirmados: Vettel y Raikkonen.
Red Bull Renault. Confirmados: Ricciardo y Verstappen.
Force India Mercedes. Confirmados: Pérez y Ocon.
Williams Mercedes. No hay confirmados. Opciones: Stroll, Massa, Kubica, Palmer, Wehrlein.
Toro Rosso Honda. No hay confirmados. Opciones: Kvyat, Gasly, Matsushita.
Renault. Confirmados: Hulkenberg y Sainz.
Haas. Confirmados: Grosjean y Magnussen.
McLaren Renault. Confirmados: Vandoorne. Opciones: Alonso.
Sauber Ferrari. No hay confirmados. Opciones: Ericsson, Giovinazzi, Leclerc.
No hay contratos a largo plazo
No abundan los contratos a largo plazo en la F1 moderna. Recientemente se han firmado contratos por tres años, así fueron los últimos de Hamilton con Mercedes (2016-2018) y Alonso con McLaren (2015-2017). Ahora es cierto que Vettel lo firmó con Ferrari (2018-2020), pero es una excepción. Raikkonen, Bottas, Pérez y Ocon acaban de renovar por un año. Igual que Vandoorne. Precisamente a finales de 2018 quedan libres Hamilton, Ricciardo y Verstappen y puede haber baile de estrellas. Además impera la cautela: nadie quiere encadenarse a un proyecto fallido en la F1.