Los dos comenzaron la temporada de la mejor manera, y los dos han ido poco a poco decayendo. En el arranque de este 2017 parecía tan cercano el primer título de Maverick Viñales en MotoGP como el décimo de Valentino Rossi en la categoría reina. Dos victorias del primero y tres podios del segundo (un tercero y dos segundos) en las tres primeras carreras de la temporada (Qatar, Argentina y EE UU) hacían pensar que el título podía ser cosa de los dos pilotos de Yamaha. Sin embargo, tras once carreras, eso parece ya algo impensable a pesar de que, tanto el español como el italiano, han encabezado la general en algún momento de la temporada. Maverick dominó durante cinco carreras aunque no consecutivas, se vieron interrumpidas por las dos que lideró Valentino.
Sin embargo, desde la cuarta carrera, en Jerez, las dos Yamaha comenzaron a sufrir y mucho con el neumático trasero, su gran degradación y la falta de agarre. Un problema que volvieron a sufrir en Montmeló y también el pasado fin de semana en el GP de Austria. Desde la carrera de Assen (en Holanda perdieron el liderato en favor de Dovizioso), la marca de Iwata llevó un nuevo chasis y un nuevo carenado. Algo que según Rossi mejoró la situación, aunque no lo suficiente: “Con el chasis nuevo logramos hacer girar mejor la moto. Era un problema. En Jerez o Barcelona, en ningún momento fui rápido. Tampoco Viñales. En las primeras vueltas, perdíamos ocho décimas. El problema de la goma sigue. Aún no lo hemos logrado solucionar. Gastamos la goma más que el año pasado”. Y que a Viñales no le ayudó en absoluto. “No entendemos dónde está el problema. Me sorprende ver que la Yamaha no acelera como está acostumbrada. Al principio de temporada aceleraba increíblemente. Es ahora cuando no. Intento pilotar más fino, tener más cuidado con el gas para que la goma dure más en carrera, pero no funciona. En Qatar y Argentina era muy agresivo y la moto funcionaba perfecta. Es ahora cuando tenemos el problema”, dijo Mack tras Austria.
Un mismo problema al que se enfrenta la marca de los diapasones con dos explicaciones y dos soluciones distintas, una por cada piloto. Para el italiano está claro que deben trabajar mucho en la electrónica de la moto, aunque eso es algo que les puede hacer perder aceleración. Además, dice El Doctor que la ayuda tiene que llegar desde Japón, que no es algo que pueda arreglarse cambiando el set up de la moto en el box.
Pero para Viñales, el quid de la cuestión es simplemente el neumático, el alto índice de degradación hace que tengan que reducir la aceleración y por lo tanto pierdan potencia. “Faltó agarre, cuando lo tenemos, la moto funciona y puedo usar cualquier chasis”, se quejó el piloto de Roses tras la carrera de Spielberg en la que Zarco, con una Yamaha de 2016 terminó por delante de las dos oficiales.
Dos opiniones y un mismo resultado: Yamaha y sus dos pilotos cada vez más lejos del título. Maverick, tercero a 24 puntos de Márquez, líder desde Alemania, y Rossi, quinto a 33 puntos.