MOTOGP | GP DE LA REPÚBLICA CHECA
Aspar: "No tienen vergüenza los que dan el Príncipe de Asturias"
Carrera MotoGP Jerez: GP de España
Se puede decir más alto, pero no más claro. "Es increíble que un doce más una veces campeón del mundo, 24 veces campeón de España y un pionero absoluto, español, no tenga el Príncipe de Asturias. Es increíble. No se lo puede creer nadie". Lo dice Aspar, que además dice que "no tienenm vergüenza" los que conceden ese premio, y lo piensa toda la familia motera, desde la máxima estrella mundialista al último miembro del paddock con conciencia de quién era Ángel Nieto. El valenciano fue gran rival y y gran amigo del doce más uno y se le ve muy afectado en Brno con su pérdida.
-Si alguien en este mundio conocía bien a Nieto era usted.
-Sí, no cabe duda. Yo la primera vez que vi correr a Ángel fue en 1976. Yo era un niño y corría en Cullera, y la primera vez que competí contra él fue en el año 1981 en Jerez, en Merca Jerez, cuando todavía se corría por el mercado y por el polígono industrial. Ya en esa primera carrera tuve una muy buena anécdota con Ángel, pues yo iba dando la vida detrás suyo y, evidentemente, para Ángel correr el campeonato de España era, un poco entre comillas, como un entretenimiento, pero yo llevaba tres o cuatro vueltas detrás de él dando la vida... Llegó a una frenada y debió pensar 'se va a enterar el niño éste'. Entonces, se quedó agachado frenando mientras yo esperaba que se levantara para frenar, pero no se levantaba y me fui contra las balas de paja... Luego, encima, yo estaba en la carpa arreglando la moto con Ricardo Tormo y vino Ángel y le dice a Tormo: "¿Dónde esta el niño ese que va contigo?". Cuando me vio, me dijo muy serio: "Niño, ¿tú no sabes que no puedes ir así, que te vas a hacer daño?" Y yo pensaba: me ha hecho una putada, casi me doy una ostia y encima viene a echarme la bronca... (Sonrisas).
-¿Cómo era?
-Ángel era único. Era el tío más listo encima de una moto, bueno, y también cuando se bajaba de la moto, porque la verdad es que con Ángel Nieto tendría un millón de anécdotas de todos los tipos. Muchas que he vivido con él y muchas que me ha contado.
-¿Fue mejor piloto o persona?
-Es difícil de decir. Yo creo que como piloto no era el más rápido y el no tuvo ningún problema en muchas ocasiones de reconocer que eso era verdad. Decía que había muchos pilotos mucho más rápidos que él, pero luego evidentemente no tenían ni su inteligencia ni su picardía, ni sabían rodearse de lo mejor. Ángel en aquella época era un superdotado absoluto como piloto, pero sobre todo de cabeza, de saber lo que tenía que hacer en cada momento. Se rodeaba de los mejores, sabía ser muy pícaro en las carreras, se estudiaba a los rivales, los ponía nerviosos, les tocaba..., un montón de cosas que se hacían antes que ahora no se hacen.
-¿Se podría decir que igual que Rossi le jubiló a usted, fue usted el que jubiló a Ángel Nieto?
-Sin duda, sin duda, el propio Ángel lo contaba, de hecho yo hace poco hablé con Ángel y con Uccio, de Valentino, pues me gustaría hacer un libro de mi vida y de mis historias y la primera hoja, el prólogo inicial del libro, me lo iba a escribir Ángel, porque yo llego al Mundial en 1986 y gano mi primer título y se retira Ángel Nieto, y cuando Valentino Rossi es campeón del mundo por primera vez me retiro yo... Unas coincidencias de la vida que son las cosas reales de la vida. Anoche no pude dormir y me puse a ver una película, una historia suya que dura como una hora y pico y me molestaba mucho, porque lo ha contado muchas veces, que en la última carrera de su vida me mandara a 'Andreuet' y a Santi Rabassa para que yo le dejara ganar aquella última carrera. Él lo contaba y a mí me lo ha dicho. Yo le dije que para eso tendría que haber venido él, porque estábamos picados. Cosas normales. Es como si yo en la última carrera le pido a Rossi que me deje ganar. Seguro que me habría dicho: "Anda espabila chaval". Ahora lo ves y piensas: "Ostras, por qué no le dejé'ganar su última carrera". Es que además en su última carrera, intentando seguirme, se cayó y se rompió el pie, en Calafat en el 86, y volvimos a tener otra bronca. Tuvimos muchas, pero todas sanas... Una de las primeras fue Monza, cuando estábamos en el Mundial. Él se cayó y creía que yo le había cerrado y es una cosa que he discutido muchísimas veces con él porque las Derbi en aquel momento eran bastante delicadas a nivel motor y, al final de la recta de Monza, Tombas me decía: "Si ves que al final de la recta el motor va un poco al límite de revoluciones, tira del starter, pues entonces había starter (aire)". Yo tiré del starter y el motor hizo un vacío y Ángel, que iba a rueda mía, a rebufo, por no pegarme me esquivó y se coló. Al colarse yo le pase por dentro (gesticula Aspar con sus manos) y él al querer rectificar se cayó. Él siempre ha dicho que yo lo hice a propósito porque era lo que él hacía siempre. Él pensaba que yo lo había hecho expresamente, pero os puedo prometer como le dije a él que no fue así.
-¿Se puede decir que le hizo lo mismo que él a usted cuando empezó?
-Pero yo no lo hice intencionadamente, lo hice para asegurar mi motor. No lo hice para fastidiarlo, lo prometo. Eso sólo lo podía pensar Ángel, porque él sí que tenía esa picardía para pensar esas cosas. Y ahí tuvimos un roce otra vez, porque pensaba que lo había hecho para fastidiarle.
-Una de las reconciliaciones la hicimos con una foto para el AS, con la camiseta del Valencia usted, y Nieto com la del Madrid en el GP de Francia 2000, días antes de la final de la Champions. Les tuve que engañar para hacerla...
-(Se ríe). El motivo del enfado ese fue que desde el 1992 a 1998 yo había estado con Gelete, después con Fonsi y luego con Pablo. Había hecho una estructura mía, pero con toda la familia Nieto. En 1998, cuando yo me vuelco con el proyecto del circuito de Valencia y la Cuna de Campeones, me centro más en un proyecto valenciano de mi equipo. A Ángel le sentó muy mal ver que yo abandonaba el proyecto de sus hijos, y ahí fue cuando empezó a hacer su equipo con Vía Digital y Alzamora. Pero no fue ningún roce ni problema con él. Pero siempre hacíamos las paces. Eran piques sanos.
-Sus enfados siempre acababan en reconciliación. Les resultaba fácil hacer las paces...
-Sí, sí. Yo a Ángel siempre le he tenido un cariño, un respeto y una admiración brutal. Es la verdad. Toda mi vida.
-¿Qué recuerdo le queda de él a nivel humano?
-Muchísimas cosas... Este año, el domingo de Jerez, nos fuimos a cenar con su esposa y la mía. Lo hice con la idea de ficharle para mi equipo, para este año, y él me dijo que estaba conmigo para lo que quisiera, pero me contó que quería empezar a dar un paso a un lado y no tener obligaciones. Quería venir a las carreras, pero más por afición que por trabajo. Esa noche fue muy bonita. Hablamos de muchas cosas y es difícil. (Hace una pausa para no romper a llorar.
-¿Qué tiene que decirle a los señores que organizan y votan el Premio Príncipe de Asturias?
-Que no tienen vergüenza, que es increíble que un doce más una veces campeón del mundo, 24 veces campeón de España y un pionero absoluto, español, no tenga el Príncipe de Asturias. Es increíble. No se lo puede creer nadie.
-Tampoco queremos que se lo den ahora a título póstumo, ¿no?
-Yo ahora me negaría, sinceramente.
-Él siempre decía que su Príncipe de Asturias era el cariño del pueblo.
-Y es la verdad. Era una persona muy querida, siempre, por todas partes. No ha negado una foto o un autógrafo. Eran cosas que yo veía y aprendía de él. Con Ángel aprendías de todo, de su comportamiento, de cómo era, del mundo del paddock. De todo. Él decía que de Rossi había que aprenderlo todo, hasta la forma de andar, pero de él también. La era de Ángel era increíble lo que él hacía. Él fue el Rossi de su momento y con un riesgo mil a uno peor entonces que ahora.
-¿Por qué cree que se le negó siempre ese premio?
-No lo sé. No puedo opinar de por qué no sé le ha dado, porque no lo sé, pero sí puedo decir que no le encuentro explicación.
-Mucho ánimo.
-Para todos.