Lappi acaricia el triunfo tras el infortunio de Latvala

Sonrisas y lágrimas en las carpas del equipo Toyota. Cuando estaban enfilados hacia un triplete con Jari-Matti Latvala, Esapekka Lappi y Juho Hanninen, el jefe de filas se caía del cartel al sufrir una avería en el mítico tramo de Ouninpohja. Se había ganado a pulso el liderato tras ganar todos los tramos del día, pero el infortunio se cebaba sobre él. Ahora es el hombre de la cantera, Lappi, el que acaricia la victoria a falta de la corta etapa final.

Sebastien Ogier no podía reengancharse, ni tampoco podrá salir el domingo, al sufrir su copiloto, Julen Ingrassia, secuelas del accidente sufrido en la primera etapa. Intentará salir en la última y sumar algún punto en el Power Stage, el tramo final televisado. Pero sus rivales no están aprovechando la oportunidad, ya que Thierry Neuville marcha sexto al no sentirse a gusto con su coche, Ott Tanak séptimo tras doblar una rueda el primer día y Latvala fuera de carrera tras su abandono.

El finlandés salió a por todas toda vez que ya el orden de salida no le perjudicaba. Y ganó todos los tramos hasta que su coche se paraba, como ya le ocurrió en la anterior cita en Polonia, en la especial más famosa del mundo junto al Col de Turini, Ouninpohja. Decepción para sus seguidores, aunque los finlandeses también se alegran de que un joven de 26 años, Lappi, esté a tan sólo 4 tramos y 33 kilómetros del que será su primer triunfo.

Por detrás Hanninen perdía la segunda posición frente a la otra promesa local, Teemu Suninen, que previamente le había cedido el puesto tras saltarse una chicane y perder medio minuto. Dani Sordo prosigue sin pena ni gloria, con un coche que no va bien en este terreno, y sin mucha motivación, aunque ya es noveno. Nil Solans se salía y perdía una oportunidad de oro, ya que se acababa de colocar segundo, lo que le hubiera dado automáticamente la victoria en el “pack” Polonia-Finlandia. Aún puede conseguirla, pero casi depende más de los fallos de sus rivales que de él mismo.