Espectacular salvada de Marc Márquez a más de 300 km/h
La Honda del campeón le dio un trallazo salvaje en el final de recta, donde se marca 343.1 de punta y evitó la caída saliéndose por la grava.
Susto gordo para Marc Márquez en el warm up del GP de Italia, pero sólo susto. El campeón supo librarse de una dura caída en el final de recta de Mugello. Ahí, donde su Honda marcó en la sesión libre de veinte minutos una velocidad punta de 343.1 kilómetros por hora, le dio un trallazo brutal que le hizo perder brevemente el control de su montura, optando por salirse por la grava a una velocidad endiablada al ver que no entraba en la curva de San Donato.
En ese mismo punto, el pentacampeón ya sufrió en los entrenamientos una caída estremecedora en 2013, la primera de las cinco que lleva en MotoGP, y milagrosamente salió ileso del percance. Esta vez no hubo caída, también de milagro y por su excelente control de la moto, cruzado sobre la zahorra como si estuviera derrapando con su montura de dirt track, mucho más ágil y facilona que esta RC213V de 990cc, más de 240 CV y 157 kilos.
Después del primer trallazo, el español quedó ya fuera de la trazada buena, pero intentó corregir la situación con un potente frenada que le llevó a levantar la rueda trasera. En el regreso de la goma al asfalto, otro trallazo y dirección a la escapatoria para evitar males mayores, haciendo juegos malabares para llegar hasta las cercanías del muro de una pieza.
"Ya tuve susto ayer y también hoy. Cuando he ido a frenar no había freno de delante porque cuando hay un movimiento brusco las pastillas de freno se abren y tienen que apretar dos o tres veces y a 300 viene todo muy rápido, he entrado a la grava y pensaba que caía pero al final el motocross también sirve de algo (sonrisas)", explicaba Marc.
Sin duda, fue la imagen de una sesión que dominó Maverick por delante de Zarco y en la que Dovizioso sólo salió a ensayar salidas con el tiempo ya casi cumplido para ahorrar energías debido a los problemas estomacales que sufría.
