¡Felicidades, Marc!
¡Vaya fin de semana completo que vivimos en Japón! Os escribo ya desde Australia, en mi día de descanso en Byron Bay, un sitio que me encanta y en el que estoy pudiendo hacer un poquito de surf, una de mis pasiones. Así que me pilláis tranquilo y relajado. Al lío. Como se suele decir, hay que empezar por el principio.
Justo campeón. Y toca felicitar a Marc. Ya sabéis que desde pequeños hemos sido rivales, y nos hemos peleado infinidad de veces por muchas cosas. Claro que en MotoGP estamos jugando a cosas distintas… A lo que iba: merecido título, ha sido el que mejor ha entendido este extraño año, ha sabido aprovechar cuando tenía las cosas claras y ser listo en los días complicados. Empezó con problemas y el buen trabajo de Honda y de su equipo han hecho que se llevase otro título. ¡Felicidades!
Caídas. El fin de semana, antes de lo de Marc, había estado marcado por las caídas. Antes, y durante la carrera, claro. No es normal ver caer como lo hizo a un piloto tan preciso como Dani -¡mucho ánimo!-, dos veces a Jorge y en carrera a Valentino. Creedme, por lo menos con la Yamaha íbamos muy al límite con el neumático delantero. Por un lado los compuestos que tuvimos en Motegi eran demasiado duros, y eso nos generó problemas; también tenemos que reconocer que las Yamaha nos hemos quedado un poco estancadas, de hecho, desde que Rossi ganó en Montmeló la M1 no ha vuelto a ganar. ¡Toca apretar!
Mi carrera. Lo dicho, íbamos un poco al límite delante y eso hizo que no me sintiese cómodo en todo el fin de semana. Al final en carrera terminé sexto, aunque reconozco que no es un sexto merecido o real, no es esa la posición que habría logrado en condiciones normales ni terminé satisfecho. Por lo menos salvé un Gran Premio en el que nunca me sentí con mucha confianza y me mantengo con vida en esa difícil pelea con Cal por ser el mejor piloto privado.
El test. También se habló mucho este fin de semana del test que Jorge no va a poder hacer en Jerez, y que ya tampoco podré hacer –aunque de eso se habla menos, claro, porque yo no tengo tres títulos…-. Mucha gente me está preguntando por esto pero tenéis que entender que no es el momento de hablar mucho porque tenemos unos contratos que respetar y esto es lo que manda en este deporte. Sí, como Lorenzo yo también estoy un poco decepcionado, pero no se acaba el mundo, trabajaremos más fuerte y aprovecharemos al cien por cien cada oportunidad que tengamos en 2017.
Error de Rins. Lo he comentado alguna vez en esta columna: salir desde atrás es un riesgo muy grande, y eso lo pagó Alex. Es verdad que una caída el viernes le dejó en una situación muy complicada, tanto que entre eso y que parece que no se aclararon del todo con la puesta a punto, tuvo que salir desde el puesto 22. La necesidad de remontar hizo el resto, se coló un poco y a la porra la carrera… Una pena, porque esto da aire a Zarco y le complica las cosas. ¡Aunque todavía quedan tres carreras para cerrar el último título!
Mañana estaré ya en Phillip Island, mi circuito favorito. Ahí hice la mejor carrera de mi vida, en 2012, cuando gané por casi 17 segundos. La pena es que parece que el tiempo va a estar complicado, y puede que eso haga otra vez que hablemos mucho de neumáticos. ¡Esperemos que no!