Aumenta la leyenda de Toni Bou: gana su vigésimo Mundial

Toni Bou ha logrado en Chiampo (Vicenza) un hito del deporte tras lograr el vigésimo título Mundial consecutivo. El piloto del Repsol Honda, natural de Piera, ha dado una nueva clase magistral al manillar de su Montesa Cota 4RT dominando de manera total la primera jornada de la cita del norte de Italia y su leyenda alcanza ya tintes de superhéroe. Y siempre con ilusión, humildad y trabajo. Tres de las bases de su éxito junto a un talento único, un físico prodigioso, una fe inquebrantable en sí mismo y un rechazo total y casi enfermizo a la derrota. Repetir hasta hacerlo perfecto. Igual que aquel niño que volaba con la bici de trial en el cámping de Ribera de Cardós.

El 'tirano' del trial ha cambiado su deporte extrapolando la montura de la bicicleta a la moto de trial. Más físico, más preciso, más potente. Usando la fuerza de su cuerpo. con la moto como utensilio para superar los troncos y piedras, pero dominando todas las fases del malabarismo. El catalán de 29 años ejecuta aquello que otros sólo pueden soñar. Imaginó igualar a sus ídolos, Jordi Tarrés y Dougie Lampkin, y le puso tanto empeñó que los ha borrado de las tablas históricas del trial. El rey es Bou, la leyenda. Ha ganado todos los títulos mundiales, tanto al aire libre como bajo techo, desde 2007. Diez años grabando su nombre en el trofeo final.

Amante del fútbol y la nieve, su simpatía y cercanía contrasta con el indomable afán de victoria y una tozudez supina que tiene al subirse a la moto. Muchos rivales lo han dado por imposible y han abandonado la especialidad. La mayoría sin reconocerlo, pero el enduro extremo ha acogido a algunos que se han dado por derrotados. Saben que Bou es casi invencible. 255 triales, 136 victorias, 190 podios, 4.191 puntos y 20 títulos de campeón del mundo. Poco más se puede añadir. "El trial es un deporte tan complicado que siempre se puede mejorar. Esa es mi motivación. La motivación de buscar el máximo", aseguraba hace unos meses el mito del trial. Ese que creció pegado a un balón de fútbol y una bicicleta como mejores amigos. Los que le enseñaron valores junto a unos padres que siempre le han apoyado incondicionalmente desde la sombra. Como su novia Esther. Enhorabuena campeón.