Rossi augura un gran futuro a la KTM de Beirer y Leitner

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A Brno se llega con el hecho insólito desde 2007 de tener cinco ganadores diferentes de manera consecutiva en MotoGP: Lorenzo en Mugello, Rossi en Montmeló, Miller en Assen, Márquez en Sachsenring y Iannone en el Red Bull Ring. Uno de los protagonistas de esa secuencia, El Doctor, la explica en base a que "viene ayudada por la electrónica, porque la centralita única ha nivelado las prestaciones de la moto. Han hecho un buen trabajo, porque para el organizador es muy importante tener tantas motos en disposición de ganar". Y eso invita a preguntarle por la llegada de KTM al Mundial a partir del GP de Valencia de este año, con una RC16 que fue presentada en sociedad el sábado pasado en Austria. Es ahí cuando el italiano augura un gran futuro a la fábrica de Mattighofen.

"KTM está haciendo un gran trabajo en todas las categorías en las que compite, tanto en off road como en Moto3 y la Moto2, que parece que va muy fuerte. Nosotros trabajamos con KTM en el equipo de Moto3 y son gente muy seria. MotoGP es duro, pero para mí tienen mucha experiencia, gente válida y presupuesto, con lo que no les costará tanto llegar", asegura Rossi de la firma austriaca.

Esas palabras confirman las expectativas que se han creado dentro de la propia KTM, dejando claro que aspiran a pelear por ganar en tres años. Pit Beirer, su responsable del departamento de carreras, así lo dijo en la presentación y para llegar a alcanzar esa meta saben cuál es el espejo en el que fijarse: "Creemos que Suzuki ha hecho un trabajo fantástico y había que pararse a analizar cómo lo han conseguido. Un trabajo lógico, limpio, paso a paso… ese será nuestro punto de referencia. Entrar con el nivel con el que entró Suzuki sería el objetivo. Han demostrado que es posible, pero sabemos que es un objetivo muy alto".

Y Mike Leitner, el responsable de desarrollo de la RC16, ex jefe de mecánicos de Pedrosa desde que éste empezara en el Mundial y hasta 2014, es cauto porque sabe bien que "todo en MotoGP es difícil. Necesitas un presupuesto, un motor, hacer funcionar los neumáticos, que cambie de dirección rápidamente, que sea estable en las frenadas… Todo es difícil porque el resto de contrincantes buscan exactamente lo mismo y llevan mucho tiempo ya en la pista habiendo acumulado una vasta experiencia. Nosotros somos unos recién llegados y tenemos que tener la paciencia para aceptar nuestro lugar y desde ese punto podemos empezar a mejorar".

Hay una particularidad que hará muy diferente a la KTM en la parrilla de MotoGP, su chasis tubular de acero, un detalle que no inquiera a Leitner: "Si eso fuera un problema nunca me metería en un proyecto como éste. En la vida uno puede tener miedo de muchas cosas, está claro, pero creo que será súperinteresante ver hasta dónde podemos llegar. No diré que será la mejor, pero ésta es la tecnología de sabiduría que tenemos en KTM". Por lo pronto, cuentan con la bendición de Rossi.