Ducati avisó que no podía repetirse lo de Argentina

De sobra es conocido que los hombres también lloran y cuando es de felicidad, como en el caso de Gigi Dall’Igna tras el triplete de Ducati en Austria, da gusto verlo. El laureado ingeniero italiano al que Jorge Lorenzo define como “un cabezota”, en el buen sentido de la palabra, “porque cuando se propone algo no para hasta conseguirlo, estaba exultante con la vuelta a la senda del triunfo de la casa de Borgo Panigale casi seis años después.

“Hacía mucho que esperábamos la victoria. Este año habíamos estado cerca en más de una ocasión y finalmente ha llegado aquí. Esta victoria es una liberación grande. Le estoy agradecido a toda la gente de la fábrica, que este año han hecho un trabajo increíble”, aseguraba el italiano, perfectamente consciente de que la foto del podio del Red Bull Ring agrupaba al presente y al futuro de su marca: Iannone y Dovizioso, los dos oficiales en la actualidad, y Lorenzo, que lo será a partir del próximo año. Gigi sonrió a la vez que asentía con la cabeza cuando se lo decíamos, y se limitaba a decir al respecto que “han hecho una gran carrera”.

Viendo a Iannone y Dovizioso fajarse en cabeza, flotaba en el ambiente el recuerdo del final de Argentina, donde teniendo el segundo y el tercero asegurado, Iannone se fue al suelo y tiró con él a Dovi a dos curvas del final. Pero eso no volvió a suceder en Austria. Dall’Igna advirtió a sus pilotos que no aceptaría otro bochorno semejante: “Hablamos ayer por la noche con los dos pilotos y les dijimos que un error de ese tipo sólo puede suceder una vez en la vida de un piloto. Tenía claro que no cometerían otro error igual y así ha sido”.

Ahora sólo hace falta para los intereses de Ducati que esta victoria no sea un espejismo, un éxito sólo relativo a las características del Red Bull Ring. Gigi confía en que lleguen más triunfos: “Creo que lo hemos hecho bien en casi todas las carreras este año y también que tenemos una moto competitiva y pilotos competitivos. Espero que pueda haber más”.