El accidente de Salom: ni fallo mecánico ni bache
El informe que firma el director técnico de MotoGP, Danny Aldridge, apunta a que Luis perdió el control de su Kalex por una distracción.
Hoy ha visto la luz el análisis técnico del accidente que le costó la vida a Luis Salom el pasado 3 de junio, fruto de una caída en la curva 12 del Circuit de Barcelona. El informe que firma Danny Aldridge, director técnico de MotoGP, asegura que fue una fatalidad, una desgracia que no se puede adjudicar ni al existente bache en esa curva ni a un fallo mecánico.
El equipo Stop and Go en el que militaba el mallorquín emitió un comunicado tras repasar la telemetría el lunes posterior al GP de Cataluña en el que daban como causa el famoso bache de la curva 12 y pilotos como Valentino Rossi, desde el primer momento, o Jorge Lorenzo, durante el pasado GP de Alemania, dejaron entrever en sus declaraciones la posibilidad de una avería mecánica. Según este informe, ni una cosa ni la otra.
El Mexicano se fue al suelo en el FP2 de la tarde del viernes y deslizó detrás de su moto por la escapatoria de asfalto hasta llegar al Airfence (las protecciones de aire), con tan mala fortuna que, en vez de chocar contra las defensas, lo hizo contra su propia montura, que a su vez ya había rebotado contra el Airfence y fue directa contra él. Ahora queda descartada la posibilidad de la avería y la del bache, adjudicando la responsabilidad a la mala suerte y al factor humano. Los datos de la telemetría no muestran que el recorrido de las suspensiones oscilara más de la cuenta a su paso por aquel punto y tampoco que existiera ninguna avería. El estudio se llevado a cabo con la ayuda del telemetrista Lluis Lleonart y cifra la velocidad a la que viajaba Salom en 150 kilómetros por hora.
Desde aquella desgracia se está trabajando en la Comisión de Seguridad por mejorar la seguridad de todo el circuito de Montmeló y de ese punto en particular, para lo que los pilotos piden que se cambie la escapatoria de asfalto por una de grava ascendente con una altura máxima de 50 centímetros y, por su puesto, que se aleje la distancia del muro a la pista, hasta el punto de tirar la tribuna allí existente si fuera necesario al no haber mucho más espacio disponible. Para la curva 9, la de la entrada al estadio, se prefiere en cambio mantener la del trazado de la F-1, con lo que de confirmarse estas propuestas el nuevo Montmeló para MotoGP sería un diseño mixto de los coches y las motos.